MiguelG

“Anita se quejó lastimosamente, porque el que no te escuchen por tu voz «pequeñita», no significa que no te duela.”

“"…la inspiración es sólo el principio, pues esta, si hemos de considerar la literatura como un arte, está necesariamente subordinada a la técnica; es decir, a ese paso final que nos coloca horas y horas frente a un texto y que, por más que mi editor diga “suficiente”, nunca parece terminado."”

“Es día de pago, razón suficiente para que los clientes atiborren cada espacio del local en busca de una cerveza. Hoy hay dinero ergo hay trago. Bibere ergo sum…”

“Con tres meses de embarazo, tiene fe en el corazón de sus maestros y de esa escuela que tanto ama y que desde siempre le enseñó el valor de la vida del que está por nacer; nunca el propio, nunca el de mujer.”

“Es así como, sin consentimiento de los dos amantes, de sus dos personajes principales, de los únicos que valían originalmente algo en este breve cuento, el narrador decidió incorporar en la trama dos palabras más: “duda” e “incertidumbre”.”

“La curiosidad es nata, pero necesitas un entorno que te lleve a satisfacerla entre páginas y páginas.”

“Carreras como Pedagogía en lengua castellana, por ejemplo, muchas veces reciben estudiantes a los que no les gusta leer, lo cual es una contradicción absoluta cuando su materia es el lenguaje, pero que aun así acaban convertidos en docentes; docentes que se limitan a reproducir y asegurar un modelo predefinido de ciudadano y que tienden a caer, con una simpleza enorme, en fundamentalismos de turno.”

“Al fin y al cabo, pura cotidianidad y olvido, pues nada fantástico hay en que todos los días la gente deba morir.”

“A mi entender, y más allá de las distintas definiciones acerca de este género literario o de las absurdas discrepancias académicas sobre su constitución o taxonomía, el cuento es ante todo un arte experiencial.”

“El “ojo mágico” lo observaba, mientras él contenía las ganas de orinarse encima, sin tener claro el porqué.”

“Él sabe que siempre obró bien, pero teme, tiembla ante la idea de que el Diablo lo convenza de que no fue así.”

“Dos semanas estuvo Gladys “disfrutando” del encierro, dos semanas, porque, azarosamente, el día dieciséis, nuestra protagonista comenzó a sentir los primeros síntomas del social distancing, y eso que en su casa cabían al menos diez viviendas sociales como si esto fuera un ilógico e injusto sueño o, tal vez, una divina broma.”

“Su despertar es violento, pero poco a poco este sucumbe a una tranquilidad forzada, pues Perro, sin mediar permiso alguno, se ha subido sobre él solo para volverlo a lengüetear con amor.”

“Contrario a lo que se cree, la "mediocridad" no es una condicional excepcional, sino el estado normal de la mayoría, su zona de confort.”

“Orfeo es un perro en apariencia distinto al de Augusto Pérez, aunque al igual que aquel, conoce al dedillo de qué está hecha el alma humana y nunca, nunca, se perdería en la niebla.”

“Él, sonriente, anciano, cándido, enamorado, no le quitaba los ojos de encima, como si fuera un punto fijo de la eternidad, como conmemorando el acierto de haber tomado esa foto, de haberla inmortalizado.”

“El miedo reaparece todos los días, mientras se ducha, mientras ve televisión, incluso cuando solo bebe un café.”

“La lucha por la vida era un tema que los atravesaba esencialmente a los dos, por eso se parecían tanto —ni quién lo niegue—, cuestión que además les había facilitado llevarse tan bien desde que comenzaron a compartir ese mismo lugar en calle La Merced.”

“«Nada», repite una, dos, tres, cuatro veces hasta acabar incluyéndola en una oración completa que incluso, desde mi comodidad de narrador, me perturba: «Nada tiene sentido».”