Alejandra Pizarnik: Citas de tendencias (página 5)

“Cierra las puertas de tu rostro para que no digan luego que aquella mujer enamorada fuiste tú.”

“Ninguna dificultad se compara a la de explicar pacientemente a un a persona mediocre la razón de nuestro desencasillamiento. De nuestro disconformismo. De nuestra INMORALIDAD.”

“¿Y si nos vamos anticipando
de sonrisa en sonrisa
hasta la última esperanza?”

“¡Siento que mi lugar no está acá! (ni en ninguna parte quisiera decir).”

“Porque nadie tiene más sed de tierra, de sangre y de sexualidad feroz que estas criaturas que habitan los fríos espejos.”

“No puedes con el lenguaje. El lenguaje no puede por ti.”

“Mira las flores hasta sentir tu inocencia.”

“La muerte ha restituido al silencio su prestigio hechizante.”

“¿Tendré tiempo para hacerme una máscara cuando emerja de la sombra?”

“¿cómo podés irte y dejarme a solas conmigo, a solas con mis manos poderosamente nostálgicas esta noche?”

“Heredé de mis antepasados las ansias de huir. Dicen que mi sangre es europea. Yo siento que cada glóbulo procede de un punto distinto. De cada nación, de cada provincia, de cada isla, golfo, accidente, archipiélago, oasis. De cada trozo de tierra o de mar han usurpado algo y así me formaron, condenándome a la eterna búsqueda de un lugar de origen. Con los labios expresamente dibujados para exhalar quejas. Con la frente estrujada por todas las dudas. Con la malicia instintiva de la prohibición. Heredé el paso vacilante con objeto de no estatizarme nunca con firmeza en lugar alguno. ¡En todo y en nada! ¡En nada y en todo!”

“Elevo los brazos y caigo en el vacío. ¿Qué hacer? ¿Qué vivir? ¿Cuánto? ¿Cómo? ¿Dónde? Y… ¿por qué?”

“Cúrame del vacío.”

“Creo que lo que me excitaba de tal manera extrema era la idea poética de morir haciendo el amor. Además, la debilidad aliada a la fiebre me sumergían en esa zona sin relación con lo cotidiano en la que siempre deposité mi única esperanza y que hasta esa noche yacía en un imperio soñado de acceso imposible a causa de su irrealidad.”

“nada más triste que beber alcohol a solas porque hay una necesidad urgente de tocar manos y oír canciones y guitarras”

“Mi desorden es atroz.”

“Es el subsuelo. No veo a nadie. No puedo ver a nadie. Estoy cansada. Me termino. Me hundo. No puedo hablar. ¿Qué espero?”

“«Extraño desacostumbrarme
de la hora en que nací.
Extraño no ejercer más
oficio de recién llegada.»”

“Cuando miro su rostro me sonríe como alguien que sabe de mí. Yo me siento rígida, lo miro humillada, yo me siento perro, me siento pulga. Mis labios van aullando roncamente mi dolor. Me retuerzo.”