Bernard Arthur Owen Williams fue un filósofo de la moral considerado por The Times «el filósofo de la moral más importante y brillante de su tiempo».[1] Escribió 11 libros de filosofía, entre los que se encuentran Problems of the Self , Moral Luck , Ethics and the Limits of Philosophy , y Truth And Truthfulness: An Essay In Genealogy .
Desde la Cátedra Knightbridge de filosofía en la Universidad de Cambridge y la Cátedra Deutsch de la Universidad de California, Berkeley, Williams ganó renombre por su intento de reorientar el estudio de la ética a la historia, la cultura, política y psicología, y, en particular, a la Antigua Grecia.[2] Fue descrito como un «filósofo analítico con el alma de un humanista»,[3] él mismo se consideraba un sintetizador, pues aunaba ideas de campos que parecían incomunicables. Rechazó el reduccionismo evolutivo, y llamó a sus proponentes reduccionistas «moralmente inimaginativos», «las personas que realmente me disgustan».[4] Para Williams, la complejidad es irreducible, bella y está llena de significado.
Apoyó a las mujeres en el ambiente académico,[5] pues veía en la mujer la posibilidad de una síntesis de la emoción y la razón que según su parecer no estaba presente en la filosofía analítica. La filósofa estadounidense Martha Nussbaum dijo que «estaba tan cercano a ser un feminista como un hombre poderoso de su generación podía estarlo».[5] Era un conversador agudo. Según Gilbert Ryle, «entendía lo que vas a decir mejor de lo que lo entendías tú, y veía todas las posibles objeciones y todas las respuestas posibles a todas las objeciones posibles, antes de que acabases la frase».[6]
Wikipedia
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21. septiembre 1929 – 10. junio 2003
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Otros nombres
Bernard Arthur Owen Williams