Frases de Honoré De Balzac

página 2

“La caída de un gran hombre está siempre en relación con la altura a la que ha llegado.”

“La gente termina siempre por condenar a los que acusa.”

“La gloria es el sol de los muertos.”

“La gloria es un veneno que hay que tomar en pequeñas dosis.”

“La ignorancia es la madre de los crímenes. Un crimen es, ante todo, una falta de raciocinio.”

“La igualdad tal vez sea un derecho, pero no hay poder humano que alcance jamás a convertirla en hecho.”

“La ingratitud proviene, tal vez, de la imposibilidad de pagar.”

“La ley de la necesidad hace elocuente.”

“La misión del arte no es copiar la naturaleza, sino expresarla.”

“La mujer es la reina del mundo y la esclava de un deseo.”

“La mujer virtuosa tiene en el corazón una fibra más o menos que las demás mujeres: es estúpida o es sublime.”

“La pasión constituye todo lo humano. Sin ella, la religión, la novela, el arte, serán inútiles.”

“La policía y los jesuitas tienen la virtud de no abandonar jamás ni a sus enemigos ni a sus amigos.”

“La posesión del poder, por inmenso que sea, no da la ciencia de poder utilizarlo.”

“La verdadera madre nunca está libre.”

“La vida no va sin grandes olvidos.”

“La voluntad puede y debe ser un motivo de orgullo, mucho más que el talento.”

“Las almas grandes siempre están dispuestas a hacer una virtud de una desgracia.”

“Las alianzas duran poco cuando uno de los amigos se siente ligeramente superior al otro.”

“Las costumbres son la hipocresía de las naciones.”

“Las mujeres abandonadas son las que simplemente aman; las conservadas son las que saben amar.”

“Las mujeres poseen un admirable instinto de desconfianza.”

“Las personas débiles se tranquilizan tan rápidamente como se asustan.”

“Lo mejor de la vida son las ilusiones.”

“Lo que el genio tiene de bello es que se parece a todo el mundo y nadie se le parece.”

“Lo que hace indisoluble a las amistades y dobla su encanto, es un sentimiento que le falta al amor, la certeza.”

“Los creyentes y los incrédulos hablan dos lenguas diferentes, y no pueden entenderse.”

“Los hombres superiores son los únicos que saben amar.”

“Los padres, para ser felices, tienen siempre que dar. Dar siempre: eso es lo que hace un padre.”

“Los que no tienen hijos ignoran muchos placeres, pero también se evitan muchos dolores.”

“Los seres más sensibles no son siempre los seres más sensatos.”

“Los trajes están hechos para poder enseñar todo y no dejar ver absolutamente nada.”

“No escuchar al que nos habla, no sólo es falta de cortesía, sino también de menosprecio. Atiende siempre al que te hable; en el trato social nada hay tan productivo como la limosna de la atención.”

“¿No están acaso nuestros sentimientos, por así decirlo, escritos en las cosas que nos rodean?”

“No existe el hombre que haya podido descubrir el medio de dar un consejo de amigo a una mujer, ni siquiera a la suya.”

“Nuestros órganos son los ministros de nuestros placeres.”

“Quien sabe gobernar una mujer sabe gobernar un estado.”

“Para saber hasta donde llega la crueldad de esos encantadores seres que nuestras pasiones enaltecen tanto, es necesario ver a las mujeres entre ellas.”

“Se exageran de igual modo la desgracia y la felicidad; nunca somos tan desgraciados ni tan dichosos como se dice.”

“Sencillo es todo lo verdaderamente grande.”

“Sentir, amar, sufrir o sacrificarse, será siempre el texto de la vida de las mujeres.”

“Si el amor es la primera de todas las pasiones es porque halaga a todas las demás.”

“Si los jóvenes hermosos, fuertes, llenos de vida, de ansias palpitantes, no fueran ignorantes y tímidos, la vida social sería imposible.”

“Sólo los mediocres piensan en todo.”

“Tener o no tener rentas, esa es la cuestión, dijo Shakespeare.”

“Todo poder es una conspiración permanente.”

“Todo poder humano está compuesto de tiempo y paciencia.”

“Un desgarrón en la ropa es una desgracia; una mancha, un vicio.”

“Un efecto esencial de la elegancia es ocultar sus medios.”