Ken Follett: Citas de tendencias (página 9)

“La costumbre de saltarse posiciones en la lista estaba tan extendida que la mayoría de los moscovitas creían que nadie podía llegar al primer puesto limitándose a esperar. Un”

“atacó a los bolcheviques, no por tener los ideales equivocados, sino por tener los ideales correctos pero ser incapaces de vivir de acuerdo con ellos.”

“«Exhaló un suspiro tan profundo y triste».”

“Prefieren un régimen de inactividad y una”

“Dondequiera que tú vayas, iré yo, y dondequiera que vivas, viviré; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios, mi Dios; donde tú mueras… —Se detuvo, incapaz de hablar por el nudo que le cerraba la garganta; después, tras un momento, tragó saliva y continuó—: Donde tú mueras, moriré yo, y allí seré enterrada».”

“¿Cuánto tiempo necesitáis antes de que acabéis admitiendo que el comunismo es un fracaso?”

“afirmación cargada de soberbia. Jrushchov también se mostró”

“El pueblo había tomado las calles.”

“Nunca uses tu propio dinero si puedes gastar el de otros.”

“No se puede encarcelar a la oposición y seguir fingiendo que crees en la libertad.”

“tenía encima de la nevera. —Puede que esto te resulte algo más entretenido.”

“desconfiaba de su tendencia a creer que Dios se ocuparía de aquello que él no era capaz de solucionar.”

“pero es una carta que solo se juega una vez, y prefiero reservarla para una mano ganadora.”

“Los biberones eran un lujo que escaseaba más que las grabadoras. —Gracias”

“A pesar de las dificultades y frustraciones de hoy y del mañana, aún tengo un sueño”

“Yakutsk —la ciudad más fría del mundo, en Siberia”

“Sabe que no es posible hacerlo todo, que hay que elegir las batallas que pueden ganarse.”

“El anarquismo es la creencia de que nadie está legitimado para gobernar. Todas las filosofías políticas, desde el derecho divino de los reyes hasta el contrato social de Rousseau, intentan justificar la autoridad. Los anarquistas creen que todas esas teorías fallan, y que por tanto ninguna forma de autoridad es legítima.”

“Como siempre, su madre había adivinado lo que en realidad sentía.”