Frases de Osamu Dazai

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“Me gustan más las rosas. Pero florecen en las cuatro estaciones. Me pregunto si las personas a las que les gustan las rosas tienen que morir cuatro veces más.”

“¿Es doloroso ser la persona que espera? ¿O es más doloroso ser la persona que hace esperar a los demás? De cualquier manera, no hay necesidad de esperar más. Eso es lo más doloroso . - Osamu Dazai”

“Pensé: "Quiero morir. Quiero morir más que nunca. No hay posibilidad ahora de una recuperación. No importa qué tipo de cosas haga, no importa lo que haga, seguramente será un fracaso, solo un recubrimiento final aplicado a mi vergüenza. Ese sueño de ir en bicicleta para ver una cascada enmarcada en hojas de verano, no era para mí. Todo lo que puede pasar ahora es que un pecado desagradable y humillante se acumule en otro, y mis sufrimientos se vuelvan más agudos. Quiero morirme. Debo morir, Vivir es la fuente del pecado.”

“Como ves, yo puedo ir y venir del fondo del mar a tierra firme cuando quiera, lo que me permite observar y comparar ambos modos de vida, y te aseguro que vuestra vida en tierra firme es agobiante. Hay demasiadas críticas de unos hacia otros. Las conversaciones de la gente que vive en tierra consisten o bien en hablar mal de los demás, o bien en hacer propaganda de las bondades de uno mismo. Acaba uno harto.”

“Víctimas. Víctimas de un período de transición de la moral. Eso es lo que ambos somos.”

“En verdad que entre la Inocencia y el Mal no hay mayor separación que el grosor de una hoja de papel.”

“O quizá lo que llamamos el Mal sea, en su origen, la Estupidez.”

“En el fondo, nos hemos equivocado al prejuzgar que convertirse en un abuelito de trescientos años ha supuesto una desgracia para Urashima.”

“Ahora, ahora, ahora. Cada "ahora" que señalo con el dedo se va volando lejos para dejar paso a un nuevo "ahora"."¡Vaya! ¿¡esto qué es!?", pensé mientras bajaba las escaleras del puente. Menuda idiotez. A lo mejor es que soy demasiado feliz.”

“Es decir, que está debe ser la forma de hospitalidad de la gente verdaderamente elegante. Recibir al visitante y, a continuación, olvidarse de él. Y por añadidura, disponer de manera desordenada alrededor del visitante delicioso sake y exóticos manjares. No hay baile ni música preparados con la evidente finalidad de dar la bienvenida al visitante… Este, por su parte, no tiene necesidad de poner una cara especial para demostrar ex profeso su admiración.”

“Tu manera de hablar siempre me irrita —se enfadó de veras la tortuga—. ¿Qué es eso de vamos a probar a montarnos? ¿Probar a montarse y montarse no es, en la práctica, hacer lo mismo? Girar a la derecha mientras se duda y girar a la derecha con confianza y decisión llevan a un mismo destino. Tanto en un caso como en otro, ya no se puede uno echar atrás. Desde el momento en que pruebas llevar algo a la práctica, ya se decide tu destino. En la vida no existen las pruebas. Probar a hacerlo es lo mismo que hacerlo.”

“Este anciano es un gran aficionado al sake. Un gran bebedor suele ser, en la mayoría de los hogares, un hombre solitario. Decidir si bebe porque es un solitario o si se ha vuelto solitario porque el resto de la familia le ha dado de lado por ser bebedor es tan difícil como dar una palmada y determinar cuál de las dos manos es la que ha sonado…”

“Though I have always made it my practice to be pleasant to everybody, I have not once actually experienced friendship. I have only the most painful recollections of my various acquaintances with the exception of such companions in pleasure as Horiki. I have frantically played the clown in order to disentangle myself from these painful relationships, only to wear myself out as a result. Even now it comes as a shock if by chance I notice in the street a face resembling someone I know however slightly, and I am at once seized by a shivering violent enough to make me dizzy. I know that I am liked by other people, but I seem to be deficient in the faculty to love others. (I should add that I have very strong doubts as to whether even human beings really possess this faculty.) It was hardly to be expected that someone like myself could ever develop any close friends—besides, I lacked even the ability to pay visits. The front door of another person’s house terrified me more than the gate of Inferno in the Divine Comedy, and I am not exaggerating when I say that I really felt I could detect within the door the presence of a horrible dragon-like monster writhing there with a dank, raw smell.”

“God killed me, and only after He made me into someone entirely different from the person I had been, did he call me back to life.”

“The weak fear happiness itself.”

“Anyway, you can be sure of one thing, a man's got to fake just to stay alive.”

“Is it not true that no two human beings understand anything whatsoever about each other, that those who consider themselves bosom friends may be utterly mistaken about their fellow and, failing to realize this sad truth throughout a lifetime, weep when they read in the newspapers about his death?”

“But happiness is being able to hope, however faintly, for happiness. So, at least, we must believe if we are to live in the world of today.”

“Victims. Victims of a transitional period of morality. That is what we both certainly are.”

“There are some people whose dread of human beings is so morbid that they reach a point where they yearn to see with their own eyes monsters of ever more horrible shapes. And the more nervous they are-the quicker to take fright-the more violent they pray that every storm will be … Painters who have had this mentality, after repeated wounds and intimidations at the hands of the apparitions called human beings, have often come to believe in phantasms-they plainly saw monsters in broad daylight, in the midst of nature. And they did not fob people off with clowning; they did their best to depict these monsters just as they had appeared. Takeichi was right: they had dared to paint pictures of devils.”