Roberto Iniesta: Citas de tendencias (página 6)

“Cada vez que me ves soy más guarro y más perro, y cada vez que te vas me muero un poco más.”

“No sé si atracar un banco o irme a desintoxicar.. ¿para qué quiero el dinero si todo me sienta mal?”

“Me levanté hasta los huevos de vivir, te vi pasar y ahora ya vuelvo a sonreir.”

“Hoy os voy a hablar con la sabiduría que me da el fracaso.”

“Me gusta mucho tener ideas contradictorias, porque así, aunque siempre meta la pata, siempre tengo razón.”

“Si me acerco más, escucho los latidos, todos al compás : el tuyo, el suyo con el mío.”

“Y no me importa que los reyes ya no vengan para mí, con que vengan los camellos, soy, bastardos, más feliz.”

“Y harto de buscarte siempre a oscuras y de volverme de puro hielo, tiré toda mi vida a la basura y ni las ratas se la comieron.”

“Si me espera la muerte traicionera y antes de repartirme del todo me veo en un cajón, que me entierren con la picha por fuera pa que se la coma un ratón.”

“Bebe rubia la cerveza para acordarse de su pelo.”

“No necesito que haya nada entre tú y yo: la piel. No necesito nada de tu corazón: beber.”

“¿Quien va a meterse por el culo mi libertad de expresión cuando diga que me cago en la constitución?”

“¿Por qué coño hay tantos maderos a mi alrededor? Nadie puede escapar si todo es una prisión.”

“La vida es roja si te vas y me derrota igual que en mis sueños.”

“Que un hombre bomba entró en un bar dispuesto a dialogar, con sus muertos. Que han bombardeado una ciudad y algo ha salido mal, por supuesto.”

“Necesito saber, dime tu nombre… ¿De dónde sale el sol, y de qué se esconde?”

“No se atreve la luz, si no estás tú, a pasar por aquí, si oye mi voz… Desde que no estás tú en este rincón, no se atreve a pasar la luz del sol, si oye mi voz se queda fuera.”

“Viento, me pongo en movimiento, y hago crecer las olas del mar que tienes dentro. Tiempo, devuélveme el momento. Quiero pasar las horas nadando mar adentro, y revolcarme por el suelo para empezar todo de cero.”

“Para contarte, que quisiera ser un perro y oliscarte, vivir como animal que no se altera, tumbado al sol lamiéndose la breva, sin la necesidad de preguntarse si vengativos dioses nos condenarán, si por Tutatis el cielo sobre nuestras cabezas caerá…”