“Vivo en el camino de Jellicoe, donde los árboles forman toldos de agradable brisa y puedes trepar y subir a el.”

“La agilidad es una excelente condición para subir a los árboles, pero no para gobernar a los pueblos.”

José Canalejas (1854–1912) político español, presidente del Consejo de Ministros

Sin fuentes
En respuesta a una afirmación de Antonio Cánovas del Castillo, alegando agilidad.

“El calor del día había ido declinando gradualmente, y se principiaba a sentir la ligera brisa, que parece la respiración de la naturaleza, exhalándose después de la calurosa siesta del mediodía; soplo agradable que refresca las costas del Mediterráneo, y lleva de ribera en ribera el perfume de los árboles, mezclado al ocre olor del mar.”

Alexandre Dumas (padre) (1802–1870) novelista y dramaturgo francés

El Conde de Monte-Cristo

“Por favor, ¿puedes subir la mano un poco más hacia abajo?”

Pepe Carroll (1957–2004)

“Es como un árbol: para crecer fuerte y robusto, necesita pasar inviernos duros. Si el clima siempre es cálido, ni siquiera se le forman anillos.”

Haruki Murakami (1949) escritor y traductor japonés

Hombres sin mujeres

“Las coronas de laurel son arrebatadas por un soplo de brisa; contra las coronas de espinas, nada puede la tempestad.”

Friedrich Hebbel (1813–1863) dramaturgo y poeta alemán

“Uno de los principales peligros de este trabajo es que se te puede subir la fama a la cabeza.”

Penélope Cruz (1974) actriz española

“Me pregunto, como puede creerse vivo el que existe pa’ culpar a los demás?. Que se calle y que se salga del camino. Y que deje al resto del mundo caminar!”

Juan Carlos Baglietto (1956) músico argentino

Parado

“He ido en pos de lo vivo por los caminos más anchos y más angostos, para dilucidar su naturaleza.”

Friedrich Nietzsche (1844–1900) filósofo alemán

“Nada de mi, nada de ti, una brisa sin aire soy yo. Nada de nadie.”

Cecilia (cantautora) (1948–1976) cantautora

estribillo de su canción Nada de nadie
Fuente:
Fuente: Madrid, José: Equilibrista: la vida de Cecilia. Madrid, Ocho y Medio, 2011. ISBN 9788496582767

“¡No se puede dar la felicidad a los individuos, y menos todavía a las sociedades! Cada sociedad ha de seguir su propio camino, subir de manera natural los peldaños del progreso y deberse a sí misma todo el bien y el mal que consigue.”

Stanisław Lem (1921–2006) escritor polaco cuya obra se ha caracterizado por su tono satírico y filosófico