“Los hipócritas moralistas que hacen proselitismo religioso o ideológico con la represión de los instintos humanos, deberían empezar por controlar y condenar la obscena perversidad de los suyos, que con tanta morbosidad y oscurantismo practican. Y es que, ya se sabe: “Vicios privados, públicas virtudes”.”
Última actualización 26 de agosto de 2024.
Historia