Versión completa: Título: Marido paciente, que imagina satisfacerse de su deshonra con hacer a otros casados ofensas.
Solo en ti se mintió justo el pecado,
</ref>Siendo injusto en trabajos y placeres;
Pues que quitando a muchos sus mujeres
Con tu mujer a, muchos has pagado.
Si los cuernos que pones te has quitado,
De tus sienes los huesos ¿qué prefieres?
No pones cuernos, si entenderlo quieres:
Cuernos truecas con premio de contado.
Cobras, no haces, Filemón, cornudos;
Adulterado adúltero desquitas
Duras afrentas de los ganchos mudos.
Ni es desquitarlos, pues que no te quitas
Ni uno de cuantos peinas puntiagudos.
Haces lo que padeces y te imitas.
Fuente: [Quevedo] (1772), Tomo IV, p. 355.