Stephen King: Citas de tendencias (página 16)

“Si no tienes ganas de trabajar como una mula será inútil que intentes escribir bien”

“Si algo hacía de él un ser aparte, era su reserva, un calmo autodominio que nadie le había inculcado; aparentemente, Mark había nacido así. Cuando su perrito Chopper fue atropellado por un coche, Mark insistió en ir con su madre al veterinario. Cuando éste le dijo: «Tendremos que dormir a tu perro, hijo mío. ¿Comprendes por qué?» Mark contestó: «No le van a hacer dormir. Lo van a matar con gas, ¿no es eso?» El veterinario asintió. Mark le dijo que estaba bien, que lo hiciera, pero primero besó a Chopper. Le había dolido, pero no había llorado, ni las lagrimas habían aflorado. Su madre sí había llorado, pero tres días después, Chopper era para ella parte de un nebuloso pasado, cosa que nunca sería para Mark. Ése era el valor de no llorar. Llorar era como desparramarlo todo por el suelo.”

“Veo salir mala luna
Veo dificultades en el camino
Veo terremotos y rayos
Veo mal tiempo para hoy
No salgas esta noche
puede costarte la vida
Hay mala luna al salir”

“La niña lo abrazó por el cuello. Era una de las mejores sensaciones que había sentido en toda su vida”

“Los mundos temblaron, casi al alcance de sus dedos, y cierto instinto le hizo luchar por no dejarse corromper; pero su mente, más fría, albergaba el conocimiento de que esta lucha era en vano y de que siempre lo sería.”

“¿Lo ves, tonto? Volvió a regañarse. Tú lo inventaste todo, gato asustado. No fue más que tu imaginación, gato asustado, gato asustado… No te perseguía… No había nada que temer.”

“Las manecillas se habían detenido en las 4.14, y Roland sospechó que jamás volverían a moverse. Fue un pensamiento triste… pero aquél era un mundo triste.”

“Está en casa, pensó Dan- Si el cuerpo de una persona es su hogar, ella está ahí.”

“Sabía el nombre del hermano del Prisionero, pero no el suyo. Aunque, por supuesto, los nombres eran algo secreto, lleno de poder. Y, de las cosas que importaban, ninguna era el nombre del Prisionero. Una era la debilidad de la adicción. Otra era el acero enterrado dentro de esa debilidad, como un arma de buena calidad que se hunde en arena movediza.”

“Se. Que palavra grande.”

“Cuando los hombres estaban cachondos, el cerebro pasaba a modo carta de ajuste y toda la sangre fluía hacia la entrepierna.”

“Te conceden la vida, te permiten vivir, y eso es precisamente lo que te impiden, lo que te quitan, o te quitan al menos todo cuanto en la vida merece la pena.”

“Duke intentó pronunciar el nombre de su mujer y no lo consiguió, pero mentalmente vio su rostro con claridad. Sonrió.
Después, oscuridad.”

“El fondo del corazón humano es aún más árido, Louis -susurró el muchacho-. El hombre siembra sólo aquello que puede. Y lo cuida.”

“De pronto comprendió que estaba sola en un apartamento por la noche, comiendo una manzana y mirando en la TV una película que no le interesaba en absoluto y que todo esto lo hacía porque era más fácil que pensar. Pensar era en realidad muy aburrido, cuando el único tema de meditación eras tú misma y tu amor perdido.
Ahora estaba muy espantada. Se había echado a llorar.”

“Después de esa hora, uno podía ver que los pensamientos lúgubres volvían a filtrarse en sus mentes y era mejor parar.”

“Cuidado, ten siempre en mente pensamientos alegres.”

“Ya llegan nuestros invitados, cielo.”

“Me parece recordar una explosión de placer que hizo desaparecer el dolor de un modo breve pero total, como no habrían podido conseguir todos los «Darvon» del mundo…”