“Nada hay serio en el destino humano.”

“Soledad es tener sólo destino humano.”

Clarice Lispector (1920–1977) escritora ucraniana-brasileña

The Passion According to G.H.

“Nada se toma en serio en la vida humana: El polvo no merece la pena.”

Arthur Schopenhauer (1788–1860) filósofo alemán

El amor, las mujeres y la muerte

“Los caminos del ser humano son infinitos, pero su destino final solo es uno.”

José Luis Rodríguez Jiménez

“Considero que toda existencia humana está constituida por una serie de pruebas iniciáticas; el hombre se va haciendo al hilo de una serie de iniciaciones conscientes o inconscientes.”

Mircea Eliade (1907–1986) Pensador rumano

Mircea Eliade, La prueba del laberinto, Ed. Cristianidad, Madrid, 1980.

“La parte filosófica de la historia se destina a dar a conocer las necesidades humanas.”

Voltaire (1694–1778) escritor, historiador, filósofo y abogado francés

Sin fuentes

“En mi destino hay muchas cosas que se me escapan, pero hay otras que sí están bajo mi jurisdicción. Hay una serie de billetes de lotería que puedo comprar, aumentando mis posibilidades de llegar a ser feliz.”

Elizabeth Gilbert (1969) escritora estadounidense

Come, reza, ama

“Los soldados capturados al enemigo constituyen la mayoría. Sin esta fuente de reemplazos, enfrentaríamos un serio problema de recursos humanos.”

Mao Zedong (1893–1976) Presidente del Partido Comunista de China

1928

“Considero el teatro como un negocio serio, que hace o debería hacer al hombre más humano, es decir, menos solitario.”

Arthur Miller (1915–2005) dramaturgo estadounidense

Fuente: Collected Plays (1958) Introducción, Sección 2.

“Confío que el destino será de la democracia: no puede haber otro destino que no sea el destino de la libertad para todos los argentinos. El país no retrocede ni podrá retroceder. Todos debemos estar dispuestos a marchar hacia el progreso, pero en el ámbito de la dignidad humana, del decoro, de la civilización y de la justicia.”

Carlos Humberto Perette (1915–1992) político argentino

“Los seres humanos no están condenados, por su constitución biológica, a aniquilarse o a estar a la merced de un destino cruel, infligido por ellos mismos.”

Albert Einstein (1879–1955) físico germano-estadounidense, creador de la teoría de la relatividad