“Nunca los cetros y coronas de los emperadores farsantes fueron de oro puro, sino de oropel y hoja de lata.”

“La diadema, la mitra, la corona no ensalzan la cabeza sin al mismo tiempo sobrecargarla; el manto real y el cetro no adornan el cuerpo sin molestarlo.”

Giordano Bruno (1548–1600) astrónomo, filósofo, religioso y poeta italiano

Expulsión de la bestia triunfante

“El cetro y la corona acaban derrumbándose Y todo se hace igual en la tierra Sólo la memoria de los justos Deja una dulce fragancia en el mundo y florece en el polvo.”

Javier Moro (1955)

Pasión india

“Reyes o gobernantes no son los que llevan cetro, sino los que saben mandar.”

Sócrates (-470–-399 a.C.) filósofo griego clásico ateniense

Sin fuentes

“Recuerda, hijo mio, un dragón es como un recaudador de impuestos: aunque sólo le debas un lingote de oro, te perseguirá por toda la eternidad." El Emperador”

Alison Goodman (1966)

Eon: Dragoneye Reborn

“Nuestra sociedad ha llegado a un momento en que ya no adora al becerro de oro, sino al oro del becerro.”

Antonio Gala (1930) escritor de España

“Veo al novelista como a una combinación de prospector de metales y orfebre. El novelista debe descubrir el potencial, la mina de oro, del alma del hombre, debe extraer el oro y entonces crear una corona tan magnífica como su habilidad y su visión se lo permitan.”

Ayn Rand (1905–1982) filósofa y escritora estadounidense

“La verdad no necesita el oropel de la retórica.”

Thomas Middleton (1580–1627)

Original: «The truth does not need the tinsel of rhetoric».
Fuente: Middleton, Thomas. Thomas Middleton: The Collected Works Oxford Middleton. Editores Gary Taylor, John Lavagnino. Edición ilustrada, reimpresa. Editorial OUP Oxford, 2010. ISBN 9780199580538.

“El tiempo es oro así que nunca te retrases”

ZPU (1981) MC español

Noches En Bcn, Hombre De Oro, 2006

“Los hijos de cristal con síndrome de emperador no solo se jactan de sus antepasados, sino de todos del viejo mundo.”

EmilyBs

“Las coronas de laurel son arrebatadas por un soplo de brisa; contra las coronas de espinas, nada puede la tempestad.”

Friedrich Hebbel (1813–1863) dramaturgo y poeta alemán