
Estas palabras fueron firmadas el 22 de agosto de 1862, en contestación a Horace Greeley, quien le recomendó que dijese que el propósito de la guerra era abolir la esclavitud.
Fuente: Citado en La ilustración liberal: revista española y americana, Números 39-41. Editorial AGS Diseño y Producción Editorial, S.A., 2009.