“Nos acostumbramos a la tracción a sangre de los chicos y las mujeres en las noches del centro cargando lo que otros tiran.”

“El alma del traidor y la conciencia del tirano son tan negras como una noche de invierno.”

Néstor Majnó (1888–1934)

“Las mujeres maduras somos el centro de atención para esos eventos.”

Frances Ondiviela (1963) actriz española

“Muchos de ellos, por complacer a tiranos, por un puñado de monedas o por cohecho o soborno, están traicionando y derramando sangre de sus hermanos”

Emiliano Zapata (1879–1919) líder militar mexicano

Fuente: Frases Históricas, Gobierno del Estado de Guerrero. Bicentenario 2010, 9 de mayo de 2012 http://bicentenario.guerrero.gob.mx/frases/,

“Los tiranos no pueden acercarse a los muros invencibles de Colombia sin expiar con su impura sangre la audacia de sus delirios.”

Simón Bolívar (1783–1830) militar y político venezolano

Sin fuentes

“El árbol de la libertad debe ser vigorizado de vez en cuando con la sangre de patriotas y tiranos: es su fertilizante natural.”

Thomas Jefferson (1743–1826) tercer presidente de los Estados Unidos de América

Variante: «El árbol de la libertad debe ser vigorizado de vez en cuando con la sangre de patriotas y tiranos: es su fertilizante natural»

“No me queda sangre, tengo noche en las venas, negra y helada.”

Mathias Malzieu (1974) obras

“Soy la clase de chica que por la mañana trabaja para la Paramount y por la noche para la Fox.”

Mae West (1893–1980) actriz estadounidense

“Aún en los centros más avanzados de progreso técnico y rendimiento educativo cohabitan y llegan a liderar los demagogos, los iluminados, los fundamentalistas o los tiranos potenciales.”

Pablo Ignacio Rossi (1971) periodista argentino

Libertad o barbarie (2012)

“No diré que esa noche que sólo a ti te digo se me encendió en la sangre lo que soñé contigo.”

José Ángel Buesa (1910–1982) poeta cubano

Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?

“Perdón por lo de la sangre en tu boca. Desearía que fuera la mía.
No conseguí que el chico me matara, pero me puse su chamarra por el más largo rato.”

Richard Siken (1967) poeta estadounidense