Frases sobre sabio

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“En mi particular lista de los 7 sabios del Siglo de Oro español, están: Lope de Vega, Cervantes, Garcilaso, Quevedo, Góngora, Calderón y Juan de la Cruz.”

“Las mejores decisiones no son las que dictamina el corazón, ni la razón ni los instintos, sino las que incorporan una sabia mezcla de los tres factores y, además, se adaptan al entorno de las necesidades y circunstancias de quien las adopta.”

“El empresario ultra liberal de nuestros días es tan sabio en crueldad como el negrero de otros tiempos.”

“Cuando a mi padre le presentaron al Doctor Fleming en el aeropuerto de Madrid, pensó: "Este gachó no entiende ni papa de español". Y al estrechar su mano, emocionado, y en un tono discreto, le soltó: has salvado a millones de criaturas... ¡Viva la madre que te parió, Peaso de Sabio!”

“La frase de Aristóteles que afirma que en el término medio está la virtud, parte de la discutible premisa de que hay vicio en los extremos. Aunque el sabio omite, deliberadamente, que en el término medio suele haber más renuncia que virtud.”

“El paciente puede padecer en su paciencia, pero también alcanzar la sabiduría del sabio que sabe esperar.”

“Es la sabiduría lo que lleva al sabio a reconocer su ignorancia.”

“Un sabio puede cambiar de opinión, pero rara vez traiciona sus convicciones.”

“Bécquer, el sutil y exquisito poeta del romanticismo tardío español, sabía que el amor es efímero, pero no mortal, de ahí que se preguntaba adónde iba al olvidarse.”

“Los auténticos sabios nunca reconocen su erudición.”

“La Biblia no la escribieron los apóstoles, la mayoría no sabía leer ni escribir, y menos en griego. La evidencia histórica apunta a que fue escrita por escribas, al dictado de no se sabe quién, y en una época muy posterior a las personas y los hechos que se relatan.”

“Nunca supo bien lo que era la bohemia, pero, Salvador Dalí, que sí lo sabía, un día le dijo: "Beni, la bohemia eres tú".”

““Ser elegido no te hace justo; ser coronado no te hace sabio” Luis Gabriel Carrillo Navas”

“La sabiduría tiene espacios de ignorancia, y el sabio también puede caer en la superchería. El propio rey Salomón, ejemplo bíblico de juicio y erudición, escribió un tratado (El Ars Goetia) en el que identifica y jerarquiza a 72 demonios.”