Aristoteles: Hombro

“La esperanza es el sueño del hombre despierto.”

“La sabiduría es causa de felicidad, porque siendo una parte de la virtud total, hace al hombre dichoso por el solo hecho de poseerla.”

“Todos los hombres tienen naturalmente el deseo de saber. El placer que nos causan las percepciones de nuestros sentidos son una prueba de esta verdad.”

“Fuera de la sociedad, el hombre es una bestia o un dios.”

“No debemos, a pesar de no ser más que hombres, limitarnos, como quieren algunos, a los conocimientos y sentimientos puramente humanos: ni reducirnos, mortales como somos, a una condición mortal; es preciso, por lo contrario, que en cuanto de nosotros dependa nos desatemos de los lazos de la condición mortal, y hagamos lo posible por vivir conforme a lo mejor que hay en nosotros.”

“El hombre tiene mil planes para sí mismo. El azar, sólo uno para cada uno.”

“Todos los aduladores son mercenarios, y todos los hombres de bajo espíritu son aduladores.”

“El hombre es un animal político.”

“El hombre más poderoso es aquel que es totalmente dueño de sí mismo.”

“El hombre nace provisto por la naturaleza de las armas de la inteligencia y las cualidades morales.”

“En realidad vivir como hombre significa elegir un blanco -honor, gloria, riqueza, cultura- y apuntar hacia él con toda la conducta, pues no ordenar la vida a un fin es señal de gran necedad.”

“… en todo el tiempo transcurrido, de acuerdo con los recuerdos transmitidos de unos hombres a otros, nada parece haber cambiado,…”

“Hay la misma diferencia entre un sabio y un ignorante que entre un hombre vivo y un cadáver.”

“La ciudad (polis) es una de las cosas que existen por naturaleza; y el hombre es, por naturaleza, un animal político.”

“La democracia ha surgido de la idea de que si los hombres son iguales en cualquier respecto, lo son en todos.”

“La mayoría de los hombres son malos jueces de sus propios asuntos.”

“Los tiranos se rodean de hombres malos porque les gusta ser adulados y ningún hombre de espíritu elevado les adulará.”

“Si hay cosas que pueden existir o no existir, es necesario que esté determinado un tiempo máximo para su existencia y su inexistencia; quiero decir un tiempo durante el cual es posible que la cosa exista con arreglo a cualquier forma de predicación, verbigracia: hombre, blanco, de tres codos u otra cualquiera de las cosas de este tipo.”

“Un estado es gobernado mejor por un hombre bueno que por unas buenas leyes.”