José Baroja: Citas de tendencias (página 8)

“Quiero una belleza que no se quede en lo cómodo, que cuestione, como una herida que sana con sensibilidad.”

“Gaza es una herida que nunca dejará sangrar.”

“El lado correcto de la Historia es con Palestina.”

“Anita se quejó lastimosamente, porque el que no te escuchen por tu voz «pequeñita», no significa que no te duela.”

“"¿Dios? Cristo. La Virgen. Esta Guadalajara es tan rica en catedrales, tan rica en apariencias, que estoy seguro de que estas son los verdaderos cimientos de la ciudad y de su infortunio: la lluvia limpia el pecado de este mundo…".”

“«”Mamá, duele”, repitió Anita a su madre, una mujer tan menuda que desafiaba la lógica el comprender cómo, con tan diminuto y maltratado cuerpo, lograba cargar un peso absurdo sobre su espalda; peso que, bien visto, recordaba a la cruz enorme de madera que cierto nazareno arrastró al Gólgota hace mucho».”

“"…la inspiración es sólo el principio, pues esta, si hemos de considerar la literatura como un arte, está necesariamente subordinada a la técnica; es decir, a ese paso final que nos coloca horas y horas frente a un texto y que, por más que mi editor diga “suficiente”, nunca parece terminado."”

“"Juan y Perro en el fondo saben que esos ruidos persistirán en tanto haya injusticia en esta tierra investida por ese diosito dominguero que algunos tienen".”

“Yo busco la felicidad, pero considero que la felicidad la reconoceré cuando se me acabe la vida, en el último suspiro o en la última mueca, ya veremos.”

“Una “conciencia mutilada” implica que nuestro saber sobre nosotros mismos ha sido separado
en trozos imposibles de volver a unir.”

“¡¿Ser o no ser?! Yo prefiero ser, ya que disfrutar lo que hago será un buen indicio como para decir al final de mis días “no me arrepiento de nada”, incluso si me equivoqué en muchos momentos de esta.”

“Bien sabemos que hay pobreza en Latinoamérica, más allá de la belleza de nuestras naciones, la hay.”

“Es día de pago, razón suficiente para que los clientes atiborren cada espacio del local en busca de una cerveza. Hoy hay dinero ergo hay trago. Bibere ergo sum…”

“Promover la lectura es una responsabilidad moral de los escritores.”

“"Jaime, al igual que sus compañeros, no tardaría en mimetizarse con el mobiliario entre risas y aplausos de godines y patrones que avalaban su espíritu de trabajo como quien celebra al payaso de Circo".”

“"… allí en Etzatlán, cuando esos dos amantes se encontraban, el frío de invierno no importaba más y, necesariamente, la ciudad se transformaba en el centro del mundo; centro del mundo que comenzaba en ella y terminaba en él; centro del mundo que empezaba en él y concluía en ella".”

“Entre esas miradas corpóreas, en medio de esos coqueteos libidinosos y de esos impulsos salvajes, no había dudas ni versos sobrantes, ni siquiera una mala canción…”

“"Ese orgullo laboral, ese ridículo orgullo laboral ha acabado con sus ilusiones, con esas pocas ilusiones que aún le quedaban desde que en el colegio le prometieran un futuro magnífico solo por ingresar a la universidad".”

“"Evaristo había llegado excitado a esa jornada, al darse cuenta de que por primera vez, más allá de todo lo que dijera antes sobre el Apocalipsis y los diezmos, ahora tenía pruebas empíricas, según él, de que el mundo estaba llegando a su fin".”