“¿Capitular? No sé capitular, no sé rendirme, después de muerto hablaremos de eso.”
A un mensajero que le enviaban los franceses para que se rindiera la ciudad de Zaragoza, y que se publicó después en La Gaceta. Aunque en los Episodios Nacionales, Galdós comenta que podría haber sido su amigo y maestro, el padre Basilio Boggiero, el autor.