Mária Margita Alacoque:
Frases de fe
Mária Margita Alacoque era religiosa francesa. Santa de la Iglesia católica romana.
Explorar las citas interesantes en fe..
Mária Margita Alacoque:
16
frases
0
Me gusta
“Me hizo ver que el ardiente deseo que tenía de ser amado de los hombres y de apartarlos del camino de perdición, a donde Satanás los precipita en tropel, le había hecho formar el designio de manifestar su Corazón a los hombres con todos los tesoros de amor, misericordia, de gracia, de santificación y de salvación que contiene. A todos aquellos que quisieren tributarle y procurarle todo el amor, honor y gloria que esté en su poder, los enriquecerá con abundancia y profusión con esos divinos tesoros del Corazón de Dios que es la fuente de ellos. Pero es preciso honrarle bajo la figura de ese Corazón de carne, cuya imagen quería que se expusiera y que llevara yo sobre mi corazón, para grabar en él su amor, llenarlo de todos los dones de que Él estaba lleno y destruir todos sus movimientos desarreglados. Me aseguró que tiene singular placer en el ser honrado bajo la figura de ese Corazón de carne, cuya imagen quería se expusiera en público a fin de mover, añadió, por este medio el corazón insensible de los hombres. Me prometió que derramaría en abundancia todos los dones de que está lleno sobre el corazón de todos los que le honren. Y dondequiera que esta imagen fuere expuesta para ser honrada, derramaría sus gracias y bendiciones.”
“Infinitos son los tesoros de bendiciones y de gracias que encierra este Sagrado Corazón. No sé yo que haya en la vida espiritual ningún ejercicio de devoción más propio para elevar el alma en poco tiempo a la más alta perfección, y hacerle gustar las verdaderas dulzuras que se encuentran en el servicio de Jesucristo. Sí, lo digo con seguridad; si se supiera cuán agradable le es a Jesucristo esta devoción, no habría un solo cristiano, por poco amor que tuviera a este amable Salvador, que no la practicase enseguida. Haced, sobre todo, que la abracen las personas religiosas, porque sacarán de ella tantos auxilios, que no será necesario otro medio para establecer el fervor y la más exacta regularidad en las comunidades menos observantes, y hacer llegar al colmo de la perfección a las que viven en mayor regularidad.”