„Todavía estamos luchando (…) La fuerza bajo mi mando es ahora de unos cuatrocientos. Nos están atacando con tanques. El enemigo sugirió que nos rindiésemos a través del altavoz, pero nuestros oficiales y soldados se rieron y no le prestaron atención.“
Según James Bradley, en la p.245 de su libro «Banderas de nuestros padres», lo dijo por radio Kuribayashi el 22 de marzo.