Frases de Xavier Velasco

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“Cuando alguien me decía: Thank you, yo contestaba: Of nothing. Por eso cuando Eric me dijo en voz bajita: You look pretty american, juré que era un piropo doble. O sea que me veía bonita y gringuita. Qué pendeja.”

“Decían demasiadas cortesías ridículas. Pase usted, a sus órdenes, en casa de usted, con su permiso, es propio, puta madre: todos los que según la clase media son los modales de la clase alta.”

“Confías una, dos, diez veces, hasta que claro: llega uno y te acuchilla. Pero ese día no me traicionaron; me salvaron.”

“Salió de la cantina casi de buen humor, y de hecho divertido con la idea de que estaba apostando la cordura por la evidencia flaca de un escalofrío compartido. —¿Es usted un romántico? —pregunta la heroína de la película. —Sí —responde su héroe—. ¿Le molesta? —No —concluye, sabihonda, la mujer—. Todos tenemos algún defecto.”

“Siempre que uno recuerda alguno de esos sueños, le parece asombroso que inclusive dormido se tragara tantas incongruencias”

“¿Desde cuándo los sentimientos meramente irracionales precisan de razones para joderle a uno la existencia?”

“somos los más felices mientras dura el abrazo, y hasta un poco después porque un abrazo así tiene que ser mucho más importante que unos vulgares vientos de monz”

“Nunca creí que fueran necesarias tantas risotadas para sobrevivir a la tristeza. No es que esté uno contento con ser infeliz, sino que nadie puede serlo a toda hora.”

“un agente de seguros. Qué horrible profesión: alimentar a tu familia de la paranoia ajena.”

“la desgracia se manda sola. Cualquier noche la encuentras recostada en tu cama o guardando su ropa en tus cajones o amargando la cena antes siquiera de que la preparen, como un dolor de muelas inmune a los dentistas que bien puede durar el resto de tu vida.”

“Los lambiscones se esmeran como putas menopáusicas para hacerte creer que son muy útiles.”

“Una no aprende a ser puta en los bares, ni en las fiestas, ni en la calle. La putería se aprende en soledad.”

“Hola. No te había visto. ¿Vives aquí? —me esmero tanto en parecer casual que de pronto no sé si parezco pendejo.”

“La adversidad es una carambola imposible. Una chuza robada por el diablo. Un triste logaritmo inoperante. Pienso que la conozco, y ella a mí, pero seguro estoy exagerando. Dudo que sea digno de que La Adversidad me vea de frente y pronuncie mi nombre.”

“Una campaña de publicidad: ¿había acaso trabajo más útil y más fútil, más ligero y pesado, más hábil y pendejo, todo en un mismo producto?”

“Porque hasta cuando sabes que no puedes confiar en nadie te topas con que tienes que confiar.”

“Tiene la paciencia de un escusado: ni habla, ni se mueve, ni reclama. Entiende que más tarde o más temprano le va a caer su mojón.”

“ella no lo sabe pero le estoy haciendo una promesa. Mañana es hoy”

“Igual que los burdeles, los periódicos duermen por las mañanas.”

“Y yo que tengo moto no me imagino una mejor combinación que la de una chamarra de piel negra con una calavera cosida detrás. Todavía no la tengo, pero no hay día en que no piense en ella. ¿Yo galancito? Nunca. No esta en mi sangre. Aún así me sigo preguntando si habrá una vecina que se interese en ser la novia de un proyecto de rufián.”

“por si las moscas salgo a la calle con pantalones nuevos, chamarra de cuero, cien gramos de The Dry Look y mi playera favorita. California is for Lovers. ¿Qué tal que me la encuentro?”

“al pobre y al caliente los delata la prisa.”

“lo único que me inspiran sus canciones melosas son unas ganas locas de mearles la guitarra.”

“En cuanto a lo terrible de mi vida, no sabría decirle por dónde empezó. Sucedió como tantas tragedias mustias, que no comienzan propiamente nunca, pero encuentran el modo de enquistarse en la rutina y atraparnos despacio, sutilmente, haciéndonos firmar una por una las capitulaciones necesarias para que cualquier día nos descubramos muertos.”

“No quedaba una sola promesa en sus pupilas, solamente amenazas. Una de esas miradas de las que no se sale fácil, como si dentro de ella se hallara algún botín largamente anhelado, de modo que dejar de mirar a esos ojos era temer en riesgo el porvenir entero. Bastaba con entrar apenas en materia para que los cuchillos húmedos de sus pupilas contrabandearan luz y traficaran quimera por las otrora herméticas aduanas del alma. Entremos pues allí, en materia quimérica.”

“Voy a hablar de esos besos no porque me divierta, ni porque se me antoje, ni porque sepa cómo liberarme de los fantasmas que inevitablemente invocaré al hacerlo. Voy a hablar de esos besos sólo para podar un poco sus enredaderas: recuerdos mentecatos que se me van trepando por el cuerpo, chupándome los jugos y el sosiego, apestándome el alma, contaminándome los sueños de pesadillas donde yo tengo todo menos perdón de Dios.”

“Podía contar su historia entera cualquier día de la semana. Ahora bien, una cosa es contarla y otra muy diferente contársela a uno mismo. Es decir, escribirla.”

“Un cuaderno repleto de garrapatas negras y moscones de todos los tamaños (tacha uno los renglones, y hasta los párrafos) es el juguete más emocionante que he tenido de los nueve años para acá.”

“Escribir es lanzarse a perder todo por nada, creyendo que no hay otra forma de ganar. Se pierden los amigos, las fiestas, los juegos de los otros. No es raro así que quien se mete en esto a edad temprana carezca de por sí de esas opciones.”

“Escribir no es ganar, sino echar a perder.”

“Las historias, a veces también tienen su historia.”

“Tal vez el principal problema del infierno sea su atróz carencia de señalización.”