“Nunca niegues tu propia experiencia y convicciones por mantener la paz y la calma. —Dag Hammarskjold”

“Tenía miedo de las dagas verbales. Temía la calma antes de la tormenta. Temía por mis propios huesos. Tenía miedo de tu seducción. Le temía a tu coacción. Tenía miedo a tu rechazo. Temía tu intimidación. Le tenía miedo a tu castigo. Tenía miedo de tus silencios helados.”

Alanis Morissette (1974) cantante, compositora, guitarrista, productora y actriz canadiense

Sympathetic Character - 1998

“El silencio no era quietud o calma, y desde luego no era paz.”

Markus Zusak libro La ladrona de libros

The Book Thief

“La desesperación tiene sus propias calmas.”

Bram Stoker libro Drácula

Dracula

“Los pueblos sin armas pero con convicciones de paz son los ejércitos más poderosos.”

Ricardo Balbín (1904–1981) político argentino

“La naturaleza del ejército no es pacífica ni nació como herramienta para la paz, pero mantener la paz sí le da sentido y legitimidad.”

José Luis Rodríguez Jiménez

““Que la quietud, la calma, el silencio, la tranquilidad, la paz interior, la serenidad, la conformidad, el sentido común sean fuerzas poderosas, para exigir y nunca callar.” Luis Gabriel Carrillo Navas”

LuisGabrielCarrilloNavas

“Cuando realmente pones a prueba tu autocontrol es cuando tienes que mantener la calma en una situación complicada. No puedes permitir que la ira o la frustración nublen tus pensamientos.”

Christopher Paolini libro Legado

Legado

“Por más que quieras resistirte a él, que te niegues a oír cuando dice tu nombre, que saques tus principios y tus convicciones, que le azotes la puerta en media cara, el dinero siempre va a hallar algún callejoncito para seducirte.”

Xavier Velasco libro Diablo Guardián

Diablo Guardian

“El único seguro que tienen los hombres para mantener su libertad política consiste en mantener su dinero en sus propios bolsillos.”

Lysander Spooner (1808–1887)

Sin fuentes
Dinero

“El ser humano que quiere alcanzar la perfección debe mantener la serenidad y la calma, sin permitir que una pasión o un deseo circunstancial se entrometa en su espíritu.”

Mary Shelley Frankenstein o el moderno Prometeo

Frankenstein