„las nubes habían resbalado del cielo y las calles yacían sumergidas bajo una laguna de neblina ardiente“
La sombra del viento
Citas similares

„Un cielo sin nubes es una pradera sin flores, un mar sin velas.“
— Henry David Thoreau escritor, poeta y filósofo estadounidense 1817 - 1862
Sin fuentes

„Callas y gritas al cielo pidiendo consuelo.“
— Grigori Rasputín político de Rusia del siglo XX 1869 - 1916
Sin fuentes

„El mejor destino que hay es el de supervisor de nubes, acostado en una hamaca mirando y al cielo.“
— José Luis Rodríguez Zapatero Expresidente del Gobierno de España 1960
14 de septiembre de 2011. Parafraseando al escritor Ramón Gómez de la Serna, en una ceremonia en la que Zapatero impuso la Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort al catedrático José Manuel Otero Lastres, que fue profesor suyo y de Mariano Rajoy. Otero Lastres predijo en 1984 que Zapatero llegaría a Presidente del Gobierno. El hecho de que pronunciara esta frase a pocas semanas de dejar el poder fue interpretado por la prensa como una declaración de que, tras dejar la presidencia, Zapatero iba a dedicarse a vivir de sus privilegios como exmandatario. http://www.libertaddigital.com/nacional/2011-09-14/zapatero-el-mejor-destino-es-el-de-supervisor-de-nubes-acostado-en-una-hamaca-1276435314/ http://www.libertaddigital.com/nacional/2011-09-14/los-privilegios-de-zapatero-como-expresidente-1276435320/ http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/politica/politica/zapatero-mejor-destino-supervisor-nubes-acostado-una-hamaca-201109
2011
Fuente: Qué http://www.que.es/ultimas-noticias/espana/201109150147-presidente-hamaca-para-supervisar-nubes-lverd.html

„Cierta gente huyendo de otra gente.
En cierto país bajo el sol
y bajo ciertas nubes.“
— Wisława Szymborska escritora polaca 1923 - 2012

„Los pensamientos que acuden a mi mente cuando corro se parecen a las nubes del cielo. Nubes de diversas formas y tamaños. Nubes que vienen y se van. Pero el cielo siempre es el cielo. Las nubes son sólo meras invitadas. Algo que pasa de largo y se dispersa. Y sólo queda el cielo. El cielo es algo que, al tiempo que existe, no existe. Algo material y a la vez, inmaterial. Y a nosotros no nos queda sino aceptar ka existencia de ese inmenso recipiente tal cual es e intentar ir asimilándolo.“
— Haruki Murakami, libro De qué hablo cuando hablo de correr
What I Talk About When I Talk About Running
„En las lagunas mentales es donde naufragan las ideas.“
— Héctor del Mar locutor de radio y televisión español de origen argentino 1942 - 2019

„Si se funde la mitad de la Antártida, Wall Street, la capital financiera del mundo, quedará sumergida bajo el agua.“
— Al Gore político estadounidense 1948

„La felicidad es como las neblinas: Cuando estamos dentro de ellas no las vemos.“
— Amado Nervo poeta y prosista mexicano 1870 - 1919
Sin fuentes

„Todos vivimos bajo el mismo cielo, pero ninguno tiene el mismo horizonte.“
— Konrad Adenauer político alemán. Canciller de la República Federal de Alemania 1876 - 1967
Fuente: Ortega Blake, Arturo. El gran libro de las frases célebres. Editorial Penguin Random House Grupo Editorial México, 2013 ISBN 978-60-7311-631-2.

„Todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el cielo“
— Paramahansa Yogananda, libro Autobiografía de un yogui
Autobiography of a Yogi

„En el gobierno o fuera de el, he de contribuir para que bajo la bóveda de nuestro cielo no haya un solo desamparado.“
— Hipólito Yrigoyen político argentino 1852 - 1933

„Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo”.“
— John C. Maxwell 1947
BUENOS LÍDERES HACEN GRANDES PREGUNTAS: Su Fundamento para un Liderazgo Exitoso

„En todos los climas, bajo todos los cielos, la felicidad siempre está en otra parte.“
— Giacomo Leopardi poeta, filósofo y escritor italiano 1798 - 1837

„No pido otra cosa: el cielo sobre mí y el camino bajo mis pies.“
— Robert Louis Stevenson novelista, poeta y ensayista escocés 1850 - 1894
Fuente: [Señor] (1997), p. 394.

„Las blancas y polvorientas calles del pueblo, repletas de mugre y forraje, la antigua iglesia sin ventanas con sus tres enormes campanas españolas que colgaban de un travesaño exterior, y una nube de incienso azul que brotaba del agujero de la puerta en el campamento de las mujeres que seguían al ejército y rezaban día y noche para obtener la victoria, yacían bajo el ardiente y asfixiante sol. Cinco veces habían tomado y perdido Ojinaga. Difícilmente alguna casa conservaba el techo, y todas las paredes mostraban grandes aberturas hechas por las balas de cañón.“
— John Reed 1887 - 1920