“El atardecer y su desmayada luz nos iluminaba, la suave fragancia de jazmín y azahar que impregnaba el aire nos embriagó, y el resplandor de sus fantásticos ojos verdes deslumbró mi mente… Y en los eternos besos de su adictiva y placentera boca, mi romántico y pasional cerebro de 16 años quedó embrujado para siempre.”
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“Los ojos de fuego, la nariz de aire, la boca de agua, la barba de tierra.”

Fuente: "Otra vez: el diario inédito del segundo viaje por América latina, 1953-1956", Ernesto Guevara.

“Con esos besos que ni frio, ni calor, pero si son de tu boca… también los quiero yo”
Quisiera ser)