Frases sobre años
Una colección de frases y citas sobre el tema del años.
Temas relacionadosUn total de 1921 citas, filtro:

„Él (Chávez) fue reelecto para un periodo de seis (6) años, ya lleva 9 años en el poder, le quedan cinco (5) años para trece y dice que no lee suficiente“
— Manuel Rosales político venezolano 1952
Ante las cámaras en un mitin http://www.youtube.com/watch?v=l3FoDdMEETI.

„Planeando su Balzac, Rodin llegó a rastrear a un sastre que el novelista había empleado cuarenta años antes; y le encargó un traje con las medidas del muerto.“
— David Markson escritor estadounidense 1927 - 2010
Esto no es una novela

„Te mereces a alguien que te ame con todo su corazón, alguien que piense en ti constantemente, alguien que pase cada minuto de cada día preguntándose qué estás haciendo, dónde estás, con quién estás y si estás bien. Necesitas a alguien que te ayude a hacer realidad tus sueños y que sepa protegerte de tus temores. Necesitas a alguien que te trate con respeto, que ame cada parte de ti, sobre todo tus defectos. Deberías estar con alguien que supiera hacerte feliz, realmente feliz, que te hiciera sentir en las nubes de tanta felicidad. Alguien que no tendría que haber dejado escapar la oportunidad de estar contigo años atrás en lugar de asustarse y dejarse dominar por el miedo a intentarlo.“
— Cecelia Ahern novelista irlandesa 1981

„La vida deberia ser al reves; Se debería empezar muriendo y así ese trauma está superado; luego te despiertas en una residencia mejorando día a día… después te echan de la residencia porque ya estás bien, y lo primero que haces es cobrar tu pensión! Luego en tu primer día de trabajo te dan un reloj de oro… Trabajas 40 años hasta que seas lo bastante joven como para disfrutar de tu retiro laboral; entonces vas de fiesta en fiesta, bebes, practicas el sexo y te preparas para empezar a estudiar. Luego empiezas el colegio, jugando con tus amigos sin ningún tipo de obligación, hasta que seas bebé. Y te pasas los últimos nueve meses flotando tranquilo, con calefacción central, servicio de habitaciones, etc. Y al final abandonas este mundo en un gran orgasmo!“
— Quino humorista gráfico e historietista hispano-argentino 1932

„Treinta años más tarde, se veía obligado una vez más a llegar a la misma conclusión: no cabía duda de que las mujeres eran mejores que los hombres. Eran más dulces, más amables, más cariñosas, más compasiva; menos inclinadas a la violencia, al egoísmo, a la autoafirmación, a la crueldad. Además eran más razonables, más inteligentes y más trabajadoras. En el fondo, se preguntaba Michel observando los movimientos del sol sobre las cortinas ¿para qué servían los hombres? Puede que en épocas anteriores, cuando había muchos osos, la virilidad desempeñara un papel específico e insustituible; pero hacía siglos que los hombres, evidentemente, ya no servían para casi nada".“
— Michel Houellebecq Poeta y novelista francés 1956

„Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y se ha volado
y mi corazón está loco
porque aúlla a la muerte
y sonríe detrás del viento
a mis delirios
Qué haré con el miedo
Qué haré con el miedo
Ya no baila la luz en mi sonrisa
ni las estaciones queman palomas en mis ideas
Mis manos se han desnudado
y se han ido donde la muerte
enseña a vivir a los muertos
Señor
El aire me castiga el ser
Detrás del aire hay monstruos
que beben de mi sangre
Es el desastre
Es la hora del vacío no vacío
Es el instante de poner cerrojo a los labios
oír a los condenados gritar
contemplar a cada uno de mis nombres
ahorcados en la nada.
Señor
Tengo veinte años
También mis ojos tienen veinte años
y sin embargo no dicen nada
Señor
He consumado mi vida en un instante
La última inocencia estalló
Ahora es nunca o jamás
o simplemente fue
¿Cómo no me suicido frente a un espejo
y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un gran barco me esperaría
con las luces encendidas?
¿Cómo no me extraigo las venas
y hago con ellas una escala
para huir al otro lado de la noche?
El principio ha dado a luz el final
Todo continuará igual
Las sonrisas gastadas
El interés interesado
Las preguntas de piedra en piedra
Las gesticulaciones que remedan amor
Todo continuará igual
Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo
porque aún no les enseñaron
que ya es demasiado tarde
Señor
Arroja los féretros de mi sangre
Recuerdo mi niñez
cuando yo era una anciana
Las flores morían en mis manos
porque la danza salvaje de la alegría
les destruía el corazón
Recuerdo las negras mañanas de sol
cuando era niña
es decir ayer
es decir hace siglos
Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y ha devorado mis esperanzas
Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
Qué haré con el miedo“
— Alejandra Pizarnik poeta argentina 1936 - 1972
Poesía completa

„El hombre sólo puede ser humano en un clima en el que pueda esperar que él y sus hijos vivirán para ver el año siguiente y muchos más años por vivir.“
— Erich Fromm Psicoanalista, psicólogo social y filósofo germano-estadounidense 1900 - 1980
El corazón del hombre: Su potencia para el bien y para el mal

„Ahora, estos tipos no tienen ni idea. Pilotan karts hasta los 18 años y después pasan a la Fórmula 1. No saben hacer nada más que acelerar y mover el volante, pero no desarrollan su personalidad. El único carisma que tiene un tipo como Lewis Hamilton es su novia.“
— Niki Lauda conductor austríaco de automóviles de competición 1949 - 2019

„Si la abeja desapareciera de la superficie del globo, al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida: sin abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres.“
— Albert Einstein físico germano-estadounidense, creador de la teoría de la relatividad 1879 - 1955

„Si él la amaba con toda la fuerza de su alma mezquina, no podría nunca, ni aunque viviera ochenta años, amarla tanto como yo en un solo día“
— Emily Brontë poetisa y novelista inglesa 1818 - 1848
Cumbres Borracosas

„No me fijo metas. como decir, eso es lo que quiero estar haciendo en unos años. Hago lo que me gusta en el momento.“
— Ayumi Hamasaki cantante japonesa de J-Pop 1978

„Lucía lamentó haber terminado sus amores con Julián, pero nunca se arrepintió. Deseaba estabilidad, mientras que él, a sus setenta años, todavía estaba en la etapa de saltar de una relación a otra, como un picaflor. A pesar de los consejos de su hija, que proclamaba las ventajas del amor libre, para ella la intimidad era imposible con alguien distraído con otras mujeres. «¿Qué es lo que quieres, mamá? ¿Casarte?», se había burlado Daniela cuando supo que había cortado con Julián. No, pero quería hacer el amor amando, por el placer del cuerpo y la tranquilidad del espíritu. Quería hacer el amor con alguien que sintiera como ella. Quería ser aceptada sin nada que ocultar o fingir, conocer al otro profundamente y aceptarlo de la misma manera. Quería alguien con quien pasar la mañana del domingo en la cama leyendo los periódicos, a quien tomarle la mano en el cine, con quien reírse de tonterías y discutir ideas. Había superado el entusiasmo por las aventuras fugaces. Se había acostumbrado a su espacio, su silencio y su soledad; había concluido que le costaría mucho compartir su cama, su baño y su ropero y que ningún hombre podía satisfacer todas sus necesidades. En la juventud creía que, sin el amor de pareja, estaba incompleta, que le faltaba algo esencial. En la madurez agradecía la rica cornucopia de su existencia.“
— Isabel Allende escritora chilena 1942

„Años después de la guerra, después de las bodas, de los hijos, de los divorcios, de los libros,
llegó a París con su mujer. El le telefoneó. Soy yo. Ella le reconoció por la voz. El dijo:
sólo quería oír tu voz. Ella dijo: soy yo, buenos días. Estaba intimidado, tenía miedo, como
antes. Su voz, de repente, temblaba. Y con el temblor, de repente, ella reconoció el acento
de China. Sabía que había empezado a escribir libros. Lo supo por la madre a quien volvió
a ver en Saigón. Y también por el hermano menor, que había estado triste por ella. Y
después ya no supo qué decirle. Y después se lo dijo. Le dijo que era como antes, que
todavía la amaba, que nunca podría dejar de amarla, que la amaría hasta la muerte.“
— Marguerite Duras 1914 - 1996

„No le dijo a nadie que se iba, no se despidió de nadie, con el hermetismo férreo con que sólo le reveló a la madre el secreto de su pasión reprimida, pero a la víspera del viaje cometió a conciencia una locura última del corazón que bien pudo costarle la vida. Se puso a la medianoche su traje de domingo, y tocó a solas bajo el balcón de Fermina Daza el valse de amor que había compuesto para ella, que sólo ellos dos conocían y que fue durante tres años el emblema de su complicidad contrariada. Lo tocó murmurando la letra, con el violín bañado en lágrimas, y con una inspiración tan intensa que a los primeros compases empezaron a ladrar los perros de la calle, y luego los de la ciudad, pero después se fueron callando poco a poco por el hechizo de la música, y el valse terminó con un silencio sobrenatural. El balcón no se abrió, ni nadie se asomó a la calle, ni siquiera el sereno que casi siempre acudía con su candil tratando de medrar con las migajas de las serenatas. El acto fue un conjuro de alivio para Florentino Ariza, pues cuando guardó el violín en el estuche y se alejó por las calles muertas sin mirar hacia atrás, no sentía ya que se iba la mañana siguiente, sino que se había ido desde hacía muchos años con la disposición irrevocable de no volver jamás..“
— Gabriel García Márquez, libro El amor en los tiempos del cólera
El amor en los tiempos del cólera (1985)

„En los viejos tiempos del rey Arturo, cuya fama todavía pervive entre los naturales de Gran Bretaña, todo el reino andaba lleno de grupos de hadas. La reina de los Elfos y su alegre cortejo danzaba frecuentemente por los prados verdes. Según he leído, ésta es la vieja creencia; hablo de hace muchos centenares de años; pero ahora ya no se ven hadas, pues actualmente las oraciones y la rebosante caridad cristiana de los buenos frailes llenan todos los rincones y recovecos del país como las motas de polvo centellean en un rayo de sol, bendiciendo salones, aposentos, cocinas y dormitorios; ciudades, burgos, castillos, torres y pueblos; graneros, alquerías y establos; esto ha ocasionado la desaparición de las hadas.“
— Geoffrey Chaucer, libro Los cuentos de Canterbury
Cuentos de Canterbury
Fuente: Chaucer, Geoffrey. Cuentos de Canterbury. Editorial e-artnow, 2014. ISBN 9788026806868.
Fuente: El cuento de la comadre de Bath, comienzo.

„Sólo muy de vez en cuando se puede estar seguro de que se va a vivir para siempre jamás, y ésa es una de las curiosidades de la vida. A veces sucede cuando uno se levanta al amanecer, ese momento de meliflua solemnidad, y se sale al jardín y se queda uno allí quieto y solo; y se levanta mucho la mirada, más y más arriba, y se observa cómo muda de color el pálido cielo azul, sonrojándose, cómo va sucediendo lo insólito y maravilloso, hasta que el Oriente casi le hace a uno clamar, y el corazón parece que cesara de latir ante la inexplicable, imperturbable majestad del sol naciente. Desde hace miles y miles de años, esto es lo que acontece cada mañana, y es entonces cuando durante un instante se sabe que uno va a vivir siempre.“
— Frances Hodgson Burnett, El jardín secreto
The Secret Garden

„Los Rovers son una hermandad al aire libre y de servicio. Son excursionistas del campo y acampadores en el monte, capaces de ir de un lado a otro, pero igualmente capaces y listos para prestar servicio al prójimo. Constituyen la rama mayor del Movimiento Scout, jóvenes de más de diecisiete años. La hermandad Rover fue organizada en la Gran Bretaña y sus posesiones de ultramar. Ahora se ha extendido a casi todos los países del mundo. No es solamente una hermandad, sino que es una alegre hermandad con su camaradería de campamento, su uniforme, sus guaridas o lugares de reunión distribuidos por todo el mundo. Ya que es una hermandad de caminantes, vosotros podéis como miembros de ella, extender vuestros viajes a países extranjeros y ahí establecer amistad con Rovers de otras nacionalidades. Este aspecto de nuestro movimiento no es solamente interesante y educativo, sino que va encaminado a constituir un paso real hacia la consecución de la futura paz del mundo, a través de la mutua buena voluntad.“
— Robert Baden-Powell militar británico, fundador del Movimiento Scout 1857 - 1941
De Roverismo hacia el éxito