“Cuando uno se dedica a no hacer nada, es un vago; pero si los que no hacen nada son dos, ya se considera una pausa para el almuerzo.” Brandon Sanderson (1975) escritor de fantasía estadounidense Shadows of Self
“Cuando nos casamos mi mujer me trataba como un dios pagano, quemaba cosas para mi, quemaba el desayuno, quemaba el almuerzo, quemaba la cena…” Juan Verdaguer (1915–2001) actor uruguayo
“Es un leguleyo. De los que estamos hasta el gorro y de los que nos han hundido puesto que son los que han manejado a Colombia durante doscientos años desde que nos separamos de España. Nos han hundido con una infinidad de leyes que lo único que han hecho es impedirnos respirar. Y que no se cumplen. Porque Colombia es el país de la impunidad. La inmensa mayoría de los delitos en Colombia, ya lo sabemos, están impunes ¿Para qué siguen dando leyes? Entonces, dice muy mal de él que sea senador. Es senador pero con ce; del que cena: en un país que, en buena parte, si desayuna, no almuerza; y si almuerza, no come o cena. Él es un cenador. Es uno más, es un leguleyo.” Fernando Vallejo (1942) Escritor Mexicano
“EL EJERCICIO DE LA VELOCIDAD Camine durante veinte minutos a mitad de la velocidad a que normalmente acostumbra andar. Preste atención a todos los detalles, personas y paisajes que están a su alrededor. La hora más indicada para hacer este ejercicio es después del almuerzo. Repetir el ejercicio durante siete días.” Paulo Coelho (1947) escritor brasileño El peregrino de Compostela
“Casi todos los domingos, almuerzo y ceno solo, e inevitablemente me pongo melancólico. “¿Qué he hecho de mi vida?” es una pregunta que suena a Gardel o a Suplemento Femenino o artículo del Reader’s Digest. No importa. Hoy domingo, me siento más allá de lo irrisorio y puedo hacerme preguntas de ese tipo.” Mario Benedetti libro La tregua La tregua
“Yo tenía un grupo de amigos cuando tenía alrededor de 12 años. Entonces, todos ellos decidieron que no querían salir mas conmigo. Me gustaría poder ir y sentarme a la mesa de almuerzo con mis amigos y que ellos se levantaran y movieran sus bandejas a otra tabla. Había quien me mantuvo en su grupo, y yo había sido la chica más popular de la escuela media(middle school), nunca me he inspirado para escribir una canción.” Taylor Swift (1989) cantante y compositora estadounidense
“La jornada se había iniciado con un pequeño almuerzo en las habitaciones del hotel de cierto legislador argentino, de visita en el país donde unas cuantas personas de diferentes nacionalidades habían estado hablando acerca del clima de la Argentina, de su suelo, de sus recursos naturales, de las necesidades de su población y de las ventajas de adoptar una actitud progresista y dinámica de cara al futuro. Uno de los temas tratados brevemente en la conversación tenía que ver con el hecho de que, dos semanas más tarde, la Argentina sería declarada República Popular.” Ayn Rand (1905–1982) filósofa y escritora estadounidense La Rebelión de Atlas
“Los bancos callejeros son como una antología de todos los sinsabores y de casi todas las dichas: el viejo que descansa su asma, el cura que lee su breviario, el mendigo que se despioja, el albañil que almuerza mano a mano con su mujer, el tísico que se fatiga, el loco de enormes ojos soñadores, el músico callejero que apoya su cornetín sobre las rodillas, cada uno con su pequeñito o grande afán, van dejando sobre las tablas del banco ese aroma cansado de las carnes que no llegan a entender del todo el misterio de la circulación de la sangre.” Camilo José Cela libro La colmena La colmena
“Herr Bohnsack comienza con un chiste, que contó en un almuerzo allá por 1980 ante un grupo de colegas en un restaurante reservado a los altos cuadros de la Stasi. Se reclina en su silla y sonríe, como el que se regocija en su secretito.—Estados Unidos, la Unión Soviética y la RDA quieren sacar a flote el Titanic —dice arqueando las cejas—. Estados Unidos quiere las joyas que se supone que deben estar en la caja fuerte. Los soviéticos quieren la tecnología más puntera, y la RDA… —se bebe lo que le queda de Korn, a modo de pausa dramática— la RDA quiere a la banda que tocaba mientras se hundía.” Anna Funder libro Stasiland Stasiland: Stories from Behind the Berlin Wall
“En las dos últimas horas de su vida no logró entender por qué había desaparecido el miedo que lo atormentó desde la infancia. Impasible, sin preocuparse siquiera por demostrar su reciente valor, escuchó los interminables cargos de la acusación. Pensaba en Úrsula, que a esa hora debía estar bajo el castaño tomando el café con José Arcadio Buendía. Pensaba en su hija de ocho meses, que aún no tenía nombre, y en el que iba a nacer en agosto, Pensaba en Santa Sofía de la Piedad, a quien la noche anterior dejó salando un venado para el almuerzo del sábado, y añoró su cabello chorreado sobre los hombros y sus pestañas que parecían artificiales. Pensaba en su gente sin sentimentalismos, en un severo ajuste de cuentas con la vida, empezando a comprender cuánto quería en realidad a las personas que más había odiado.” Gabriel García Márquez libro Cien años de soledad One Hundred Years of Solitude