“No es lo que quieran los enemigos, ni lo que hayan decidido hacer, sino lo que quiera Dios y lo que decida Dios; eso es lo que se hará… Ningún enemigo puede hacer sufrir a un hombre, cuando la voluntad de Dios es otra, de igual forma que ningún hombre se puede salvar de sus manos cuando Dios lo entregue a ellas para su gloria… [así como Jesús le mostró a Pedro «con qué muerte había de glorificar a Dios», Juan 21:19]. Sufriremos o no, a discreción suya64.”
La sonrisa escondida de Dios
Citas similares

“¡Ninguna mujer quiere estar sometida a un hombre que no está sometido a Dios!”

“Puedo estar en guardia contra mis enemigos, ¡pero Dios me libre de mis amigos!”
En respuesta a George Henry Lewes (LL, II, V, 272) Miriam Farris Allott (1974), The Brontës, the critical heritage, pág 160;

La Palabra Santa para el Avivamiento Matutino - El recobro del sacerdocio con miras al edificio de Dios

“Mejor es sufrir por Dios que hacer milagros.”
Ibid Pág. 105


“Vea a sus enemigos no como fallas de Dios, sino como proyectos de Él.”
Enfrente a sus gigantes

“Ningún mortal se debe hacer ilusión de ser más temido que los dioses.”