
„El martirio es una gracia de Dios que no creo merecer. Pero si Dios acepta el sacrificio de mi vida, que mi sangre sea la semilla de libertad y la señal de que la esperanza será pronto una realidad.“
— Óscar Romero IV Arzobispo de San Salvador entre 1977 y 1980 1917 - 1980
ibid.