Frases de Søren Kierkegaard
Søren Kierkegaard
Fecha de nacimiento: 5. Mayo 1813
Fecha de muerte: 11. Noviembre 1855
Otros nombres: Sören Aabye Kierkegaard
Søren Aabye Kierkegaard ; fue un filósofo y teólogo danés, considerado el padre del existencialismo. Su filosofía muestra gran preocupación por la condición de la existencia humana, por centrar su filosofía en el individuo y la subjetividad, en la libertad y la responsabilidad, en la desesperación y la angustia,[1] temas que retomarían Martin Heidegger, Jean-Paul Sartre y otros filósofos del siglo XX. Criticó con dureza el hegelianismo de su época y lo que él llamó formalidades vacías de la Iglesia danesa.
Gran parte de su obra trata de cuestiones religiosas: la naturaleza de la fe cristiana, la institución de la Iglesia, la ética cristiana y las emociones y sentimientos que experimentan los individuos al enfrentarse a las elecciones que plantea la vida. En una primera etapa escribió bajo varios seudónimos con los que presentaba los puntos de vista de estos mediante un complejo diálogo. Acostumbró a dejar al lector la tarea de descubrir el significado de sus escritos porque, según sus palabras, «la tarea debe hacerse difícil, pues solo la dificultad inspira a los nobles de corazón».[2]
Ha sido catalogado como existencialista, neoortodoxo, posmodernista, humanista e individualista, entre otras cosas.[3] Sobrepasando los límites de la filosofía, la teología, la psicología y la literatura, Kierkegaard es considerado una importante e influyente figura del pensamiento contemporáneo.[4][5][6] Wikipedia
Obras
Frases Søren Kierkegaard
„Dejemos con toda libertad a los sabios el privilegio de no contradecirse nunca.“
/ "Dejemos con toda tranquilidad a la gente sabia el orgullo de no caer nunca en contradicción."
Fuente: Diario de un seductor