“Poco a poco volví de un mundo extraño y desconocido a la tranquilizante realidad cotidiana. El horror se suavizó y dio paso a un sentimiento de buena fortuna y gratitud, las percepciones y los pensamientos más normales volvieron, y volví a estar más seguro de que el peligro de locura hubiese pasado de modo concluyente.
Ahora, poco a poco, pude empezar a disfrutar de los colores sin precedentes y los juegos de formas que persistían tras mis ojos cerrados. Me asaltaban imágenes caleidoscópicas, fantásticas, alternándose, abigarradas, abriéndose y luego cerrándose en círculos y espirales, explotando en fuentes de colores, reordenándose e hibridándose en constante flujo. Es particularmente notable cómo cada percepción acústica, por ejemplo el sonido de un picaporte o un automóvil que pasaba, se transformaba en una percepción óptica. Cada sonido generaba una vívida imagen cambiante, con su propia forma y color consistentes.”
Última actualización 4 de junio de 2021.
Historia