
“Sólo por escuchar los trombones de Dios, tu corazón bate al ritmo de la sangre, tu sangre.”
Fuente: "A Nueva York" (poema)
Sin fuentes
“Sólo por escuchar los trombones de Dios, tu corazón bate al ritmo de la sangre, tu sangre.”
Fuente: "A Nueva York" (poema)
“La sangre sólo sirve para lavar las manos de la ambición.”
Fuente: [Donadieu], Arturo. Cortina de agua. Editorial Tres Editores, 2009. ISBN 9786070013164, p. 7.
“Todos somos fragmentos no sólo del hombre en general, sino de nosotros mismos.”
Fuente: "Esencia cristalina del hombre" en The monist, vol. III, N º 1 (octubre de 1892).