„Quizá faltan unas gotas de
limón pensó, pero esto ya era casi
frívola glotonería, porque cuando bebía
después de cada bocado un pequeño
sorbo de vino tinto de la botella y se lo
paseaba por la lengua y entre los
dientes, el regusto algo metálico del
pescado se mezclaba con el fuerte y
ácido perfume del vino de un modo tan
convincente, que Jonathan estaba seguro
de no haber comido en toda su vida
mejor que ahora, en este momento.“
— Patrick Süskind, libro La paloma
The Pigeon