Frases sobre orilla
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“En algún momento, en nuestro camino hacia una nueva conciencia, tendremos que dejar la orilla opuesta, la división entre los dos combatientes mortales de alguna manera curados para que estemos en ambas orillas a la vez y, a la vez, veamos a través de los ojos de la serpiente y el águila. O tal vez decidamos desentendernos de la cultura dominante, borrarla todos juntos como una causa perdida, y cruzar la frontera en un territorio completamente nuevo y separado. O podríamos ir por otra ruta. Las posibilidades son numerosas una vez que decidimos actuar y no reaccionar.”

Gloria Anzaldúa (1942–2004)

Original: «At some point, on our way to a new consciousness, we will have to leave the opposite bank, the split between the two mortal combatants somehow healed so that we are on both shores at once and, at once, see through serpent and eagle eyes. Or perhaps we will decide to disengage from the dominant culture, write it off all together as a lost cause, and cross the border into a wholly new and separate territory. Or we might go another route. The possibilities are numerous once we decide to act and not react».
Fuente: Citado en The Post-colonial Studies Reader Post-colonial studies. Editores Bill Ashcroft, Gareth Griffiths, Helen Tiffin. Edición ilustrada. Editorial Taylor & Francis, 2006. ISBN 9780415345651. p. 210.
Fuente: La Conciencia de la Mestiza: Hacia una nueva conciencia.

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“El modelo de protección social que hemos conocido tiende a menos-menos porque ya ha dejado de ser necesario, al igual que lo ha dejado de ser la clase media: ambos han cumplido su función. La clase media actual fue inventada tras la II Guerra Mundial en un entorno posbélico, con la memoria aún muy fresca de la miseria vivida durante la Gran Depresión y con una Europa deshecha y con 50 millones de desplazados, y lo más importante: con un modelo prometiendo el paraíso desde la otra orilla del Elba. La respuesta del capitalismo fue muy inteligente (en realidad fue la única posible, como suele suceder): el Estado se metió en la economía, se propició el pleno empleo de los factores productivos, la población se puso a consumir, a ahorrar y, ¡tachín!, apareció la clase media, que empezó a votar lo correcto: una socialdemocracia light y una democracia cristiana conveniente; para acabar de completar la jugada, esa gente tenía que sentirse segura, de modo que no desease más de lo que se le diese pero de forma que eso fuese mucho en comparación con lo que había tenido: sanidad, pensiones, enseñanza, gasto social… que financiaban con sus impuestos y con la pequeña parte que pagaban los ricos (para ellos se inventaron los paraísos fiscales). Todo eso ya no es necesario: ni nadie promete nada desde la otra orilla del Elba, ni hay que convencer a nadie de nada, ni hay que proteger a la población de nada: hay lo que hay y habrá lo que habrá, y punto.”

Santiago Niño Becerra (1951) economista español