Frases célebres de Agustín Agualongo
Luego de ser condenado a morir fusilado, exigiendo que no se le vendaran los ojos durante su ejecución.
Fuente: Agustín Agualongo y su tiempo. Volumen 61 de Biblioteca Banco Popular. 2ª edición. Editorial Banco Popular, 1974. p. 538.
“Dentro de este cuerpo tan pequeño se alberga el corazón de un gigante.”
Luego de su captura, cuando alguien de la muchedumbre preguntó "¿Es aquel hombre tan bajito y tan feo el que nos ha mantenido en alarma durante tanto tiempo?"
Fuente: Agustín Agualongo y su tiempo. Volumen 61 de Biblioteca Banco Popular. 2ª edición. Editorial Banco Popular, 1974. p. 538.
Ultimas palabras antes de que el pelotón de fusilamiento abriera fuego contra él.
Fuente: Agustín Agualongo y su tiempo. Volumen 61 de Biblioteca Banco Popular. 2ª edición. Editorial Banco Popular, 1974. p. 538.
Al general patriota Pedro Herrán, mientras este le suplicaba de rodillas que le perdonara la vida.
Fuente: Álvarez, Jaime, S.J.,Agustín Agualongo, Manual de Historia de Pasto, Academia Nariñense de Historia, Graficolor, 1996, p. 222
Fuente: Agustín Agualongo y su tiempo. Volumen 61 de Biblioteca Banco Popular. 2ª edición. Editorial Banco Popular, 1974. p. 255.