Frases de Baruch Spinoza
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Baruch Spinoza —también conocido como Baruch de Spinoza o Benedict, Benito o Benedicto Spinoza o Espinosa, según las distintas traducciones de su nombre, basadas en distintas hipótesis sobre su origen— fue un filósofo neerlandés de origen sefardí portugués, heredero crítico del cartesianismo, considerado uno de los tres grandes racionalistas de la filosofía del siglo XVII, junto con el francés René Descartes y el alemán Gottfried Leibniz. Hostigado por su crítica racionalista de la ortodoxia religiosa, su obra cayó en el olvido hasta que fue reivindicada por grandes filósofos alemanes de principios del siglo XIX. Según Renan, "Schleiermacher, Goethe, Hegel, Schelling proclaman todos a una voz que Spinoza es el padre del pensamiento moderno".

✵ 24. noviembre 1632 – 21. febrero 1677   •   Otros nombres Baruch de Spinoza
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Baruch Spinoza Frases y Citas

“Todas las cosas que hay en la naturaleza son cosas o acciones. Ahora bien, el bien y el mal no son cosas ni acciones. Luego el bien y el mal no existen en la naturaleza.”

Fuente: Citado en Salcedo Gómez, Jorge Eduardo. El humano social anti-natural: los anti-sistemas e instituciones sociales. Editorial Plaza y Valdes, 2012. ISBN 9786074024609. p. 163.

“Todo cuanto deseamos honestamente se reduce a estos tres objetos principales, a saber, entender las cosas por sus primeras causas, dominar las pasiones o adquirir el hábito de la virtud y, finalmente, vivir en seguridad y con un cuerpo sano.”

Fuente: Citado en Martínez Martínez, Francisco José. Autoconstitución y libertad: ontología y política en Espinosa. Anthropos Editorial, 2007. ISBN 9788476588116. p. 149.

“Todo lo mejor; no me obligan a hacer nada que yo no hubiera hecho por mi propia cuenta si no temiera escándalo. Pero como lo quieren así, entro alegremente en el camino que se me ha abierto, con el consuelo de que mi partida será más inocente que el éxodo de los primeros hebreos de Egipto.”

Original: «All the better; they do not force me to do anything that I would not have done of my own accord if I did not dread scandal. But since they want it that way, I enter gladly on the path that is opened to me, with the consolation that my departure will be more innocent than was the exodus of the early Hebrews from Egypt».
Fuente: Citado en Nadler, Steven; Nadler, Steven M. Spinoza: A Life. Edición ilustrada y reimpresa. Editorial Cambridge University Press, 2001. ISBN 9780521002936. p. 154.

“Quien es llevado por sus apetitos y es incapaz de ver y ni hacer nada que le sea útil es esclavo al máximo; y sólo es libre aquel que vive con sinceridad bajo la sola guía de la razón.”

Tratado teológico político, XVI, 194.
Fuente: Citado en Tatián, Diego. Spinoza. Tercer Coloquio. Editorial Brujas, 2007 ISBN 9789875910942. p. 144.

“Si hay una idea de Dios, la causa de esta idea debe existir formalmente, y contener en sí misma todo lo que la idea contiene objetivamente.”

Fuente: Spinoza, Benedictus de. Obras completas de Spinoza, Volumen 1. Editorial Acervo Cultural, 1977. p. 128.

“Pero tanto han podido la ambición y el crimen, que se ha puesto la religión, no tanto en seguir las enseñanzas del Espíritu Santo, cuanto en defender las intervenciones de los hombres, más aun, religión no se reduce a la caridad, sino a difundir discordias entre los hombres y a propagar el odio más funesto, que disimulan con el falso nombre de celo divino y de fervor ardiente. A estos males se añade la superstición que enseña a los hombres a despreciar la razón y la naturaleza y a venerar y admirar únicamente lo que contradice a ambas. No hay, pues, que extrañarse de que los hombres, a fin de admirar y venerar más la Escritura, procuren explicarla de suerte que parezca oponerse de plano a la razón y a la naturaleza. De ahí que sueñen que en las Sagradas Escrituras se ocultan profundísimos misterios y que se fatiguen en investigar semejantes absurdos, descuidando toda otra utilidad; y cuanto descubren en semejantes delirios lo atribuyen al Espíritu Santo y se empeñan en defenderlo con todas sus fuerzas y con toda pasión. Tal es, en efecto, la condición humana, que cuanto conciben los hombres por el entendimiento puro, lo defienden con el solo entendimiento y la razón, y cuanto opinan en razón de sus sentimientos, también los defienden con ellos.”

Tratado teológico político, VII, I 1670/1986: 194.
Fuente: Citado en Maestro, Jesús G. Contra las Musas de la Ira: El Materialismo Filosófico como Teoría de la Literatura. Editorial Grupo Helicón, 2014. ISBN 9788478485659. p. 127; nota 59.

“Ningún milagro nos permite entender ni la esencia ni la existencia ni la providencia de Dios, sino que, por el contrario, estas cosas se perciben mucho mejor por el orden fijo e inmutable de la Naturaleza.”

Spinoza mantiene que los milagros, incluso los bíblicos, son meras construcciones mentales de los hombres sin ninguna realidad objetiva. Al no ser construcciones divinas , sino del hombre, no permiten entender a Dios.
Fuente: Israel, Jonathan I. La Ilustración radical: La filosofía y la construcción de la modernidad, 1650-1750. Traducido por Ana Tamarit. Editor Fondo de Cultura Economica, 2017. ISBN 9786071649034.

“Nadie, en efecto, podrá jamás transferir a otro su poder ni, por tanto, su derecho, hasta el punto de dejar de ser hombre; ni existirá jamás una potestad suprema que pueda hacerlo todo tal como quiera.”

Fuente: Citado en Carvajal, Julian; Cámara, María Luisa de la. Spinoza. Editor María Luisa de la Cámara. Editorial Universidad de Castilla La Mancha, 2008. ISBN 9788484276159. p. 325.

“El deseo es la esencia misma del hombre, en cuanto se concibe determinada a actuar sobre algo, merced a cualquier afección dada a la propia esencia.”

Fuente: [Spinoza], Benedictus de. Ética. Edición reimpresa. Editorial UNAM, 1977. ISBN 9789685804332, p. 201.
Fuente: Ética, Definiciones de los afectos I.