Frases de Markus Zusak

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“Un pequeño detalle: Morirás".”

“… el judaísmo no dejaba de ser una etiqueta,…”

“Simplemente volvieron juntos a casa, con los pies doloridos y el corazón cansado.”

“¿Qué he hecho?, no dejaba de musitar. […] Le hubiera gustado consolarlo, pero nunca había visto a un hombre tan deshecho.”

“Qué hijos de puta, pensó. Qué adorables hijos de puta. No me hagan feliz. Por favor, no me calmen y me dejen creer que algo bueno puede salir de todo esto. ¿No ven los moretones? ¿No ven esa raspadura? ¿No ven la herida que tengo dentro? ¿No ven cómo se extiende y me corroe ante sus ojos? No quiero volver a tener esperanzas. No quiero rezar para que Max esté vivo y a salvo. O Alex Steiner. Porque el mundo no se los merece.”

“… unas lágrimas, que parecían de cristal, le resbalaban por la piel a pesar de no estar llorando. Se las habían arrancado a golpes.”

“Sin embargo —seguramente por la atracción que ejercían los libros sobre ella— acabó entrando en la casa.”

“Ahí radicaba el problema. La vida había dado un giro de ciento ochenta grados y, sin embargo, era esencial que actuaran como si nada hubiera ocurrido.
Imagínate que tienes que sonreír después de recibir un bofetón. Y luego imagínate que tienes que hacerlo las veinticuatro horas del día.”

“(Los niños… A veces son mucho más astutos que los atontados y pesados adultos.)”

“Arschloch podría traducirse por "imbécil", y no distingue entre el femenino y el masculino. Uno simplemente lo es.”

“… el crimen hablaba por sí solo.”

“Tal como Liesel descubrió, un buen ladrón necesita muchas cosas.
Sigilo. Audacia. Resolución.
Sin embargo, mucho más importante que todo lo demás era un último requisito: la suerte.”

“>, había dicho la chica. […] No, pensó Liesel mientras andaba, para corazón cansado, el mío. Un corazón de trece años no debería sentirse así.”