“Cuando uno se escapa a un desierto el silencio te grita en los oídos.”

“Ahora que no estás el silencio es un ruido que lastima tremendamente mis oídos.”

Ricardo Arjona (1964) cantautor guatemalteco

“Se vive a los gritos. Se habla a los gritos. Se sueña a los gritos. Incluso se piensa a los gritos. Cuando se debe decir algo importante, se hace silencio.”

Mariano Torrent

Fuente: Libro: Apotegmas en el desierto

“Se dijo que el silencio era tan inquietante como un grito.”

John Katzenbach (1950) escritor estadounidense

La Historia del loco.

“Perdona, Cristo, con Tu silencio divino la violencia de mi grito humano.”

Giovanni Papini (1881–1956) escritor italiano

“"No Hay como el silencio de los humildes, para callar los gritos del arrogante" Luis Gabriel Carrillo Navas”

LuisGabrielCarrilloNavas

“Los zorros del desierto de Sechura aúllan como demonios cuando llega la noche; ¿sabes por qué?: para quebrar el silencio que los aterroriza.”

Mario Vargas Llosa libro La ciudad y los perros

La ciudad y los perros

“A veces en el silencio de la noche, todos sus recuerdos le eran devueltos con la plenitud de una canción de infancia… En la soledad, nadie escapa a los recuerdos.”

Antoine de Saint-Exupéry (1900–1944) escritor y aviador francés

Fuente: «Tierra de hombres» en Obras Completas, Editorial Plaza y Janés 1967, p. 268

“¡Arnau! Sí, era el mismo grito que un día lanzaron en silencio los ojos de una muchacha a la que había traicionado, en la masía de Felip de Ponts.”

Ildefonso Falcones libro La catedral del mar

La catedral del mar

“Silencio. ¡Cuán bello el silencio! Pero hay que aquietar este mundo interior. Hay muchos que gritan ahí dentro. El silencio es una conquista. No es el ruido externo lo que nos aturde; es el grito de las pasiones. No es aislarse; es desprenderse; el silencio no es un don sino un fruto difícil. Este silencio físico es apenas un medio para acallar la propia algarabía.”

Fernando González Ochoa (1895–1964) escritor colombiano

“El grito derrumbó las paredes,…, salió del corazón, cruzó tumbas, pantanos y desiertos, pasó a gran velocidad por el paisaje nocturno de su alma, como un voraz incendio,… e irrumpió en el mundo, resonando mucho más allá de la altiplanicie… Si el grito no hubiese rasgado la niebla, se habría asfixiado así mismo: una muerte espantosa.”

Patrick Süskind libro El perfume

Perfume: The Story of a Murderer