“El agnóstico de buena ley vive con gran interés el mundo espiritual y busca objetivamente pruebas de convicción o señales de fe. Y al no hallarlas, expresa su incapacidad para posicionarse respecto de lo que no se puede acreditar. Si existe un Dios justo y ecuánime, sabrá cómo premiar su sincera actitud.”
Última actualización 26 de agosto de 2024.
Historia