“pero no ha dejado de quererme sino al dejar de existir; nuestra amistad sólo ha terminado con su vida.”

“Yo creo que puede existir perfectamente una amistad entre un hombre y una mujer, siempre que este hombre no sea yo.”

Fernando Fernán Gómez (1921–2007) escritor, actor, guionista y director hispano-argentino

Sin fuentes

“El amor sin admiración sólo es amistad.”

George Sand (1804–1876) escritora francesa

Fuente: Ortega Blake, Arturo. El gran libro de las frases célebres. Editorial Penguin Random House Grupo Editorial México, 2013 ISBN 978-60-7311-631-2.

“había terminado aceptando lo que la vida le había impuesto de manera natural.”

Paulo Coelho libro Verónika solo quería morir

Veronika decide morir

“la vida no sólo es vulgar sino también inexplicable”

Roberto Bolaño (1953–2003) escritor y poeta chileno

Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?

“Ningún amor, ninguna amistad, puede cruzarse en el camino de nuestro destino sin dejar en él alguna huella para siempre.”

Francois Mauriac (1885–1970) periodista, crítico y escritor francés

“Este es el primer precepto de la amistad; pedir a los amigos sólo lo honesto, y hacer por ellos sólo lo honesto.”

Cicerón (-106–-43 a.C.) jurista, político, filósofo, escritor y orador romano

Fuente: Jaquenod de Zsögön, Silvia. Vocabulario ambiental práctico: jurídico, técnico, etimológico, con ejercicios y ejemplos prácticos. Editorial Librería-Editorial Dykinson, 2007. ISBN 9788498491098. p. 27.

“Uno de los mayores consuelos de ésta vida es la amistad, y uno de los mayores consuelos de la amistad es tener a quien confiar un secreto.”

Alessandro Manzoni (1785–1873) poeta y escritor italiano

Sin fuentes

“La vida ha dejado de ser un chiste para mí; no le veo la gracia.”

Charlie Chaplin (1889–1977) Actor, cómico, compositor, productor, director y escritor del Reino Unido

Sin fuentes

“Nunca en mi vida he dejado de amar a nadie que haya querido.”

Anne Rice libro The Feast of All Saints

The Feast of All Saints

“Tenían derecho a la vida casi en cada hombre, pero no en él. De entregarse, aunque no fuera más que a uno de ellos, todo habría terminado en una tragedia.”

Nikolái Ostrovski (1904–1936) escritor ruso

Fuente: Así se templó el acero, 1935