“Horacio era el proxeneta que Dios les había enviado, gracias a él ahora no pasaban tanto tiempo en un calabozo, la policía no se aprovechaba, les pegaban menos y casi no les gritaban.” José Baroja libro El lado oscuro de la sombra y otros ladridos
“"… A ambos los nota mucho más “caninos” que antes, digamos, con más corazón, como si un poquito de su forma de ser se les hubiera pegado; y eso que ya eran buenos humanos."” José Baroja libro El lado oscuro de la sombra y otros ladridos