Citas del libro
El mundo según Garp

En 1942, tras un episodio escandaloso, Jenny Fields, una joven bostoniana de buena familia, abandona la seguridad del hogar para ser enfermera y vivir su vida. En circunstancias peculiares, concibe a un niño al que llama Garp, a secas. Madre e hijo, se abren paso, sin más armas que su propia energía, en un mundo de hipocresía, inhibiciones y violencia. Poco a poco, con los años, Jenny y Garp van diseñando su propio universo en medio de esa hostilidad inevitable en la que siempre acecha la sombra del Sapo Sumergido. Lo van poblando de personajes excéntricos, cuyas historias estrafalarias van dando forma a ese mundo de Garp un poco desquiciado, pero en el que todos parecen convivir en cierto armónico equilibrio, en un sistema tribal que, al final, ha ocupado por completo el lugar del antiguo hogar de Jenny. El mundo según Garp es, de hecho, el mundo tal como lo conocemos. La única diferencia, es que Garp, que es escritor, se arriesga con humor allí donde nosotros, menos curiosos, nos inhibimos.

The World According to Garp
Variante: Y naturalmente, para ser justos, lo mejor de las ellenjamesianas había consistido en dar a conocer el pavor general que tan burtalmente amenazaba a mujeres y niñas. Para muchas ellenjamesianas, la imitación del horrible deslenguamiento no había sido "enteramente político". Había sido una identificación muy personal. Por supuesto, en algunos casos las ellenjamesianas eran mujeres que también habían sido violadas y lo que querían decir era que se sentían como si les faltara la lengua. En un mundo de hombres, sentían que las habían reducido al silencio para siempre.