citas sobre el amor y frases de amor

Temas relacionados
Jacinto Benavente Foto

“El amor es como el fuego. Ven antes el humo los que están fuera, que las llamas los que están dentro.”

Jacinto Benavente (1866–1954) literato español

El
Fuente: [Ortega Blake] (2013), p. 288.

“Quererse a uno mismo, despreciando o ignorando a los demás, es presunción y exclusión; querer a los demás, despreciándose uno mismo, es carencia de amor propio.”

Walter Riso (1951)

Enamórate de ti: El valor imprescindible de la autoestima (aprendiendo a quererse a sí mismo)

Platón Foto

“No existe hombre tan cobarde como para que el amor no pueda hacerlo valiente y transformarlo en héroe.”

Platón (-427–-347 a.C.) filósofo griego clásico que creo la teoría de las ideas

Fuente: Bol Cecilio; OLLIRUM LEUGIM. Mis conversaciones con ellos. Editor Bubok 2010. ISBN 978-84-90096-34-5, p. 27.

María (madre de Jesús) Foto
Anahí Puente Foto

“Creo que todos nos hemos sentido así en algún momento. De hecho la palabra 'perdónate' no estaba en la letra, pero al estar grabando la canción, lo dije y quise que así se quedara porque me salió del corazón. Cuando estamos sufriendo por cualquier situación, cuando estamos dentro del problema, nos vemos las cosas claramente pero después descubres que todo pasa y que la vida es tan perfecta que se encarga de sanar cada lágrima. La canción es triste y alentadora a la vez”

Anahí Puente (1983) celular

Fuente: Anahí sobre las metáforas y el significado de su canción Absurda, para revista Caras México, 2013.
Fuente: [Entrevista completa: Anahí revista Caras 2013, http://anahiworldargentinaoficial.blogspot.com.ar/2013/03/entrevista-completa-anahi-revista-caras.html, 16 de marzo de 2013, 3 de marzo de 2013]

Albert Einstein Foto
Zygmunt Bauman Foto
Yalal ad-Din Muhammad Rumi Foto
Albert Hofmann Foto

“Hay experiencias de las que la mayoría de nosotros no se atreven a hablar, porque no se ajustan a la realidad cotidiana y desafían toda explicación racional. No se trata de particulares ocurrencias externas, sino más bien de acontecimientos de nuestra vida interior, que generalmente son descartados como invenciones de la imaginación y excluidos de nuestra memoria. De repente, el punto de vista familiar de nuestro entorno se transforma de una manera extraña, deliciosa, o alarmante: se nos aparece bajo una nueva luz, adquiere un significado especial. Esta experiencia puede ser tan ligera y fugaz como un soplo de aire, o puede que se grabe profundamente en nuestras mentes.
Un encantamiento de ese tipo, que yo experimenté en la infancia, se ha mantenido muy vivo en mi memoria desde entonces. Sucedió una mañana de mayo - se me ha olvidado el año - pero todavía puedo señalar el lugar exacto donde ocurrió, en una pista forestal en Martinsberg, junto a Baden, Suiza. Mientras caminaba por los bosques verdes, llenos de cantos de pájaros e iluminados por el sol de la mañana, todo a la vez se apareció bajo una luz extrañamente clara. ¿No sería algo que yo no hubiera sido capaz de percibir antes? ¿Estaba descubriendo de repente el bosque de primavera, tal como parecía en realidad? Brillaba con el resplandor más bello, hablando al corazón, como si quisiera acompañarme en su majestuosidad. Estaba lleno de una sensación indescriptible de alegría, unidad y maravillosa seguridad.
No tengo idea de cuánto tiempo me quedé allí fascinado. Pero recuerdo la preocupación que sentí cuando el resplandor se disolvió lentamente y yo caminaba: ¿cómo podía una visión que era tan real y convincente, tan directa y profundamente sentida - como podía terminar tan pronto? ¿Y cómo podría yo hablarle a nadie sobre esto, ya que mi alegría desbordante me obligaba a hacerlo, ya que sabía que no había palabras para describir lo que había visto? Parecía extraño que yo, como un niño, hubiera visto algo tan maravilloso, algo que los adultos, obviamente, no perciben - porque yo nunca había oído hablar de ello.
Cuando todavía era un niño, viví algunos otros de estos momentos de profunda euforia en mis paseos por bosques y prados. Fueron estas experiencias las que dieron forma a las líneas principales de mi visión del mundo y me convencieron de la existencia de una realidad milagrosa, impactante, insondable, que estaba oculto a la visión cotidiana.”

Albert Hofmann (1906–2008) químico suizo
Jorge Luis Borges Foto
Ramón de Campoamor Foto

“La amistad es un amor que no se comunica por los sentidos.”

Ramón de Campoamor (1817–1901) autor español

Sin fuentes

Carlos Cuauhtémoc Sánchez Foto
Rick Riordan Foto
Rick Riordan Foto
Rick Riordan Foto
Carlos Cuauhtémoc Sánchez Foto
Hans-Georg Gadamer Foto

“Hay en griego una palabra que ahora podrá parecer chocante, y que se lo parecía sin duda a los griegos, aunque no formulasen mayores interrogantes al respecto: la “philautía”, el “amor a sí mismo”. Pues bien, de eso se trata, de hallar en el amor a sí mismo el verdadero fundamento y condición de cualquier tipo de vinculación con otros y de vinculatividad para uno mismo (Gadamer, 2002, p. 82)

» […] ¿Es, pues, eso la verdadera amistad? No, tampoco es eso aún. La tesis más audaz es la que reza: la primera amistad que se necesita es la uno consigo mismo. Si no la hay, ni se está para el otro ni se llega a estar realmente vinculado con él. ¡Pero que lejos queda eso de lo que llamamos “vinculante”! (Gadamer, 2002, p. 83).

»[…] Evidentemente es amistad lo que añade Aristóteles: reconocerse en el otro y que el otro se reconozca en uno. Pero no sólo en el sentido de “así es ese”, sino también en el de concedernos recíprocamente el ser diferentes, más aún, por decirlo en palabras de Droysen: “Así tienes que ser, pues es así como te quiero” (Gadamer, 2002, p. 84).

»[…] De modo que, tal vez, el sentido más genuino y profundo de ese conocerse a sí mismo no sea otro que la certidumbre de que uno nunca percibe del todo hasta que qué punto está involucrado en su amor a sí mismo, incluso allí donde se piensa que es auténticamente amigo de otro. Pero si un auténtico acuerdo consigo mismo es condición previa para la amistad con otro, ¿qué es realmente esa amistad? (Gadamer, 2002, p. 84).

»[…] En la solidaridad que uno declara, ya sea libremente o a la fuerza, hay siempre, en cualquier caso, una renuncia a los intereses y preferencias más propios. La solidaridad nos hace renunciar a ciertas cosas en una cierta dirección, en un cierto momento, al servició de algún objetivo. (Gadamer, 2002, p. 86).

»[…] Desde luego la convivencia entre las personas sería imposible si no hubiese entre ellas algo así como una camaradería. (Gadamer, 2002, 87). Esto nos sitúa ante la tarea tanto de estar de acuerdo con nosotros mismos como de mantenernos de acuerdo con otros. No existe ninguna fuerza de la naturaleza que pueda lograr eso en nuestro lugar» (Gadamer, 2002, p. 88).”

Hans-Georg Gadamer (1900–2002) filósofo alemán

Philosophical Hermeneutics