Frases de Herta Müller

“Todo lo que tengo lo llevo conmigo.

O: todo lo mío lo llevo conmigo.

He llevado todo lo que tenía. No era mío. Era o algo destinado a otras finalidades o de otra persona. […]
Llevo un equipaje de silencio. Me he rodeado de un silencio tan hondo y duradero que nunca acierto a abrirme con las palabras. Cuando hablo, solamente me cierro de otra manera.”

“Llevo un equipaje de silencio. Me he rodeado de un silencio tan hondo y duradero que nunca acierto a abrirme con las palabras. Cuando hablo, solamente me cierro de otra manera.”

“En el pasillo de madera, justo al lado del contador del gas, la abuela dijo: SÉ QUE VOLVERÁS. No retuve esa frase en la memoria deliberadamente. Me la llevé al campo de trabajo sin darme cuenta. No tenía ni idea de que me acompañaba. Pero una frase así es libre. Ella actuó en mi interior más que todos los libros que me llevé. SÉ QUE VOLVERÁS se convirtió en cómplice de la pala del corazón y en adversario del ángel del hambre. Yo, que he regresado, puedo decirlo: Una frase así te mantiene con vida.”

“La Madre de Dios tenía siempre el dedo índice levantado cuando yo me sentaba delante, en el banco de los niños. Pero la expresión de su rostro era amable, y yo no le tenía miedo. Todo el tiempo llevaba el mismo vestido largo azul claro y tenía unos labios rojos muy bonitos. Y un día que el cura dijo que los lápices de labios se hacen con sangre de pulga y de otros bichos repugnantes, me pregunté por qué la Madre de Dios que había en el altar lateral se pintaría los labios. También se lo pregunté al cura, que me golpeó las manos con su regla hasta ponérmelas rojas y me mandó en seguida a casa. Estuve varios días sin poder mover los dedos.”

“Por entonces había muchas serpientes en la aldea. Desde el bosque atravesaban el río hasta los campos, de los campos pasaban a los huertos, de los huertos a los patios y de los patios a las casas. Allí se ovillaban de día tras las escaleras, y de noche se bebían la leche fría de los cubos.

Las mujeres llevaban consigo a sus hijos pequeños cuando salían a trabajar al patio o al huerto. Los metían en canastas de mimbre, entre mantas, y dejaban las canastas a la sombra de los árboles. Arrancaban manojos de hierba de los bancales con raíz y terrón incluidos. Tomaban aliento, volvían a escardar y sudaban.

Ella vivía a la orilla del pueblo. Aquel día estaba en el huerto y había dejado al niño en la canasta de mimbre, bajo el árbol. Junto a la canasta había una botella de leche. Estaba escardando la hierba del bancal de patatas. Olía a sudor. De pronto miró hacia el sol, puso a un lado el azadón y se dirigió al árbol.

La mirada se le vació, la ropa se le pegó a la piel. Se quedó paralizada. Levantó bruscamente al niño, sollozó y gritó, y mientras se tambaleaba sobre la hierba, la serpiente salió de la canasta arrastrándose lenta y perezosa por el suelo, y la mujer encaneció en cuestión de segundos.

En el huerto se quedaron el azadón y la canasta de mimbre bajo el árbol. La serpiente se había bebido la leche de la botella.

El pelo le quedó blanco a la mujer y la gente del pueblo tuvo por fin la prueba de que era una bruja.”

“I don't know if I can't sleep because I am trying to recall the objects, or whether I struggle to recall them because I can't sleep.”

“Women always need other women to lean on. They become friends in order to hate each other better. The more they hate each other, the more inseparable they become.”

“When we don't speak, said Edgar, we become unbearable, and when we do, we make fools of ourselves.”

“The war was still on in January 1945. In their dismay at my being shipped off in the dead of winter to who knows where in Russia, everyone wanted to give me something that might be of use, even if it couldn't be help. Because nothing in the world could possible help.”

“There’s an unspoken law that you should never start to cry if you have too many reasons to do so.”

“No novels, since you just read them once and never again.”

“The real secret is why love starts out with claws like a cat and then fades with time like a half-eaten mouse.”

“The time for eating otrach orach is over. But not the hunger, which is always greater than we are.”

“There (Kaschau) the mountains stare down through our heads until we die.”

“You go out for a walk and the world opens up for you. And before you’ve even stretched your legs properly, it closes shut. For here to there it’s all just the farty sputter of lantern. And they call that having lived. It’s not worth the bother of putting on your shoes.”

“The world is not a costume ball”

“Being a stranger is hard, but being a stranger when you're so impossibly close is unbearable.”

“If you don't have the right things, you improvise. the wrong things become necessary. Then the necessary things turn out to be the only right things, simply because they're what you have.”

“Riding somewhere was always a happy thing. First of all: as long as you're moving, you haven't arrived. As long as you haven't arrived, you don't have to work. Riding in truck gives you time to recover. Second: when you ride, you come to some place that couldn't care less about you. you can't be yelled at or beaten by a tree. Under a tree, yes but the tree can't help that.”

“A lot of people think packing a suitcase is something you learn through practice, like singing or praying.”

“You can think all kinds of things. But you can't know for sure.”

“Hunger is not a bunker or a bed frame, otherwise it could be measured. Hunger is not an object.”

“Inside the camp the we-form is singular.”

“Boredom is fear's patience. Fear doesn't want to exaggerate.”

“Perhaps we had to stand so long as to stop the time in motion. Our bones became heavy as iron. When the flesh on your body disappears, your bones become a burden, and the ground pulls you down.”

“World world sister world
When shall I tire of you.
When my bread is dry
When my hand forgets my glass
When the coffin’s boxed me in
Maybe that’s when I’ll be tired of you.
…
Living is despairing
And the dead they rot away”

“I simply wanted to go to a place that didn't know who I was.”

“I was my own thief, the words came out of nowhere and caught me.”

“You can't rearrange freshly fallen snow, you can't fix snow so it looks untouched. You can rework earth, and sand and even grass if you try hard enough. Water takes care of itself, because it swallows everything and flows back together once it's done swallowing. And air is always in place because you can't see it. Everything but snow would have kept quiet.”

“How can you face the world if all you can say about yourself is that you're hungry. If you can't think of anything else.”

“Hunger devours nearly all the artistry.”

“Half starved humans are really neither masculine nor feminine but genderless, like objects.”