Fuente: Citado en Sainz de Vicuña Ancín, José María. Innovar con éxito. ESIC Editorial, 2006. ISBN 9788473564649. p. 147.
“Asusta, corta la respiración, cada vez con más fuerza. El corazón se acelera para mantener el paso. El cerebro echa a correr, pero sin ir a ningún sitio. No es posible pensar de manera coherente. Los pensamientos se derraman como las cuentas de una sarta rota…”
La hija del sepulturero
Citas similares
“Quiero mantener la esperanza a pesar de que me asuste pensar por qué estamos vivos.”
“Cuando nos echamos a correr, hay mil maneras de seguir pero ninguna de volver.”
Vas conmigo
Los amorosos: Cartas a Chepita
Variante: A veces se da uno cuenta, repentinamente, de que la vida es torpe y vacía, y se echa uno a reír