“El hecho de ser agnóstico, escéptico y racionalista, no es óbice para sentir la inquietante presencia de una indescriptible "energía sutil". Este fenómeno es más perceptible en estados alterados de conciencia, en experiencias vividas al límite, y ante acciones humanas de auténtica bondad, pureza y altruismo. ¡Estamos ante esa otra realidad existente, pero no fehaciente!”
Última actualización 26 de agosto de 2024.
Historia