“Cuando negamos nuestra pequeñez demostramos nuestra insignificancia.”

“Es por la lógica que demostramos pero por la intuición que descubrimos.”

Henri Poincaré (1854–1912) científico y filósofo francés

Sin fuentes

“Nosotros negamos a Dios en cuanto Dios.”

Friedrich Nietzsche libro El Anticristo

El Anticristo, maldición sobre el cristianismo (1888)
Variante: Nosotros negamos a Dios en cuanto a Dios.
Fuente: XLVII

“La insignificancia es siempre una garantía de seguridad.”

Esopo (-620–-564 a.C.) fabulista de la Antigua Grecia

Sin fuentes

“La insignificancia, amigo mío, es la esencia de la existencia.”

Milan Kundera libro The Festival of Insignificance

The Festival of Insignificance

“Con los ojos fijos en Napoleón pensaba en la insignificancia de la grandeza, en la insignificancia de la vida cuyo objeto nadie comprendía, en la insignificancia mayor aún de la muerte cuyo sentido permanecía oculto e impenetrable a los humanos”

León Tolstói libro Guerra y paz

War and Peace

“Entonces la persona habrá conseguido un sentimiento de su propia pequeñez e insignificancia ante la grandeza del universo y de los propósitos de Dios respecto a éste… Reconocerá que hay propósitos que oscilan en arcos mucho mayores que su diminuto orbe, y procurará ponerse en armonía con ellos. Sin entregarse al sentimentalismo, se dará cuenta de que depende de Dios.”

Rollo May (1909–1994) psiquiatra estadounidense

“Todos anhelamos llegar a viejos y todos negamos que ya hemos llegado.”

Francisco de Quevedo (1584–1645) escritor español

Fuente: [Martínez Vera], Ester. Segunda parte. Ediciones Noufront. 2010. ISBN 978-84-92726-37-0, p. 1.

“Nos consolamos con pequeñeces porque son menudencias las que nos afligen.”

Blaise Pascal (1623–1662) Matemático, físico, filósofo cristiano y escritor

“Nos negamos a ser lo que quieres que seamos, somos lo que somos; así es, y así va a ser.”

Bob Marley (1945–1981) músico, guitarrista y compositor jamaiquino

“La paradoja de querer llegar a la vejez, es que, cuando llegamos a ella, negamos ser viejos.”

José Luis Rodríguez Jiménez