“… Ahora comprendo que es la psicosis: una alienación total de la percepción respecto de los objetos del mundo exterior, sobre todo de los objetos que importan: la gente afectuosa ¿Y qué ocupa su lugar? Una espantosa preocupación por… el inacabable ascenso y descenso de la marea del propio ser. Por los cambios que surgen de dentro y sólo afectan al mundo interior. Es una escisión tal de los dos mundos que ninguno registra los movimientos del otro. Ambos siguen existiendo, pero cada cual por su cuenta. Es la detención del tiempo. El fin de la experiencia, de cualquier cosa nueva. Una vez que una persona se ha vuelto psicótica, ya nunca le ocurrirá nada.”

Última actualización 18 de enero de 2019. Historia

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“tu mundo exterior es simplemente un reflejo de tu mundo interior. Si”

T. Harv Eker (1954) escritor estadounidense

SECRETOS DE LA MENTE MILLONARIA

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“¿En qué consiste la diferencia esencial, característica entre la realidad cotidiana y la imagen del mundo experimentada en la embriaguez del LSD? El yo y el mundo exterior están separados en el estado normal de conciencia, en la realidad cotidiana, uno se encuentra cara a cara con el mundo exterior, se ha convertido en un objeto. En el estado debido al LSD, los límites entre el yo que tiene experiencias y el mundo exterior, más o menos desaparecen, dependiendo de la profundidad de la embriaguez. Tiene lugar una retroalimentación entre el receptor y el emisor. Una parte del yo se desborda en el mundo exterior, en objetos, que comienzan a vivir, a tener otro significado más profundo. Esto puede ser percibido como una bendición, o como una transformación demoníaca impregnada de terror, que da lugar a una pérdida del ego de confianza. En un caso favorable, el nuevo ego se siente felizmente unido a los objetos del mundo exterior y por lo tanto también a sus semejantes. Esta experiencia de unidad profunda con el mundo exterior, puede intensificar incluso un sentimiento de sí mismo siendo uno con el universo. Este estado de conciencia cósmica, que en condiciones favorables puede ser evocado por el LSD u otro alucinógeno del grupo de las drogas sagradas mexicanas, es análogo a la iluminación religiosa espontánea, como la unio mistica. En ambos estados, que a menudo duran sólo un momento atemporal, una realidad es experimentada si expone un rayo de realidad trascendental, en la que el universo y el yo, el remitente y el receptor, son uno.”

Albert Hofmann (1906–2008) químico suizo

LSD : My Problem Child (1980)

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