“Hay quien no encuentra su corazón hasta que no pierde la cabeza.” Friedrich Nietzsche (1844–1900) filósofo alemán
“Un cerrojo. Por Dios, Ben, tú sí que sabes cómo volver loca a una mujer.—Sí, la verdad es que tengo un don.Tess sonrió mientras lo besaba.—Lo guardaré mientras viva. Si no abultara tanto, lo llevaría siempre junto al corazón.” Nora Roberts (1950) escritora estadounidense Polos opuestos
“Se enfrenta usted al enigma de la naturaleza, Daniel. La fémina, babel y laberinto. Si la deja usted pensar, está perdido. Recuerde: corazón caliente, mente fría. El código del seductor.” Carlos Ruiz Zafón libro La sombra del viento The Shadow of the Wind
“el gozo para los corazones que han sufrido mucho tiempo es lo que el rocío para las tierras abrasadas por los ardores del sol; corazones y tierra absorben aquella lluvia bienhechora que cae sobre ellos y no se pierde una gota.” Alexandre Dumas (padre) (1802–1870) novelista y dramaturgo francés El Conde de Montecristo
“Pero si yo la pierdo un día […], perdería con ella la última oportunidad de vivir, el último respiro del tiempo, porque si bien mi corazón ahora se siente generoso, alegre, renovado, sin ella volvería a ser un corazón definitivamente envejecido.” Mario Benedetti libro La tregua La tregua
“Primero se pierde la compasión, más tarde la sensibilidad humana, hasta que la gelidez invade el corazón y el cerebro se trastorna con la psicopatía. Si no te estremece el sufrimiento y desamparo de un ser vivo, estarás desarrollando este proceso.” José Luis Rodríguez Jiménez
“¿Qué hace un cronopio cuando se enamora? Pierde la cabeza, eso y se dedica a cortar margaritas. Cuando a un cronopio le rompen el corazón, llora un poco, y luego un poco más. Se sabe “desdichado y húmedo”. Pero mientras llora, piensa en que a todos alguna vez les rompen el corazón. En que enamorarse significa también llorar un poco. Y que a diferencia de los famas, el cronopio llora cuando tiene ganas, y como tiene ganas, llora un poco más.” Julio Cortázar (1914–1984) escritor argentino
“Por las personas grises, por dramas y por llantos, por sentirnos infelices, por solo pensar en cuanto guardo y, si valgo lo que tengo lo que soy en realidad se pierde, canto para ver de qué es capaz un corazón, no soy un santo pero sigo esperando tanto que desencanto se instaló en mi habitación” ZPU (1981) MC español El Silencio De Dioz, Contradicziones, 2008
“De ahí que la tremenda satisfación sexual que me brindó la sola unión con Dolores sea, sobre todo, un derivado de aquella conmoción previa. Me mira, y su mirada no es sexo sino vida; sonríe, y su sonrisa no es sexo sino hondura, tristeza, palpable socorro. Pero su mirada y su sonrisa, al recorrerme, estrujan mi corazón, lo aceleran, lo lanzan, y una vez que mi corazón es lanzado a querer, a urgir, a necesitar, somete al sexo, y éste pasa a proceder como mera filial orgánica y sus modos de amor dejan de ser los propios para convertirse en subsidiarios de los modos de amor del corazón.” Mario Benedetti (1920–2009) escritor uruguayo Gracias por el fuego
“Cuando amar duele Enamorarse es maravilloso; sin embargo, a veces duele. El placer del amor conlleva el dolor de todos los apegos que puedas imaginar. Cuando uno no sabe pararse en su fortaleza, se pierde tanto en el otro que derrocha hasta su corazón, el mismo que se había abierto para llenarse de la otra persona. Cuando alguien ama de más sin ser correspondido y esperando reacciones del otro, cosas que este último no está dispuesto a dar, el enamorado pierde hasta el alma y corre el riesgo de perder lo más sagrado que tiene: ¡la dignidad!” Yohana García Salvemos al amor