“Cuando Agatha ya se sentía morir, por un segundo pensó en convertirlo en un eunuco para toda su vida, en defensa propia, argumentaría.” José Baroja libro El lado oscuro de la sombra y otros ladridos
“Las imágenes de un pasado muy cercano comenzaron a confundirse con las de ese viejo horrible con el que había estado por algunas horas, lleno de pliegues y protuberancias en su piel, cuyo sudor se asemejaba demasiado al sebo deslizándose desenvueltamente hasta su entrepierna, grasa que ella todavía sentía entre sus dedos.” José Baroja libro El lado oscuro de la sombra y otros ladridos
“Dos semanas estuvo Gladys “disfrutando” del encierro, dos semanas, porque, azarosamente, el día dieciséis, nuestra protagonista comenzó a sentir los primeros síntomas del social distancing, y eso que en su casa cabían al menos diez viviendas sociales como si esto fuera un ilógico e injusto sueño o, tal vez, una divina broma.” José Baroja libro El lado oscuro de la sombra y otros ladridos
“Su despertar es violento, pero poco a poco este sucumbe a una tranquilidad forzada, pues Perro, sin mediar permiso alguno, se ha subido sobre él solo para volverlo a lengüetear con amor.” José Baroja libro El lado oscuro de la sombra y otros ladridos
“En una conocida esquina de alguna gran ciudad, de esas tan grandes que hasta el más bienaventurado corre el riesgo de perder su salvación, aunque sea por unas cuantas horas y previa confesión, tres mujeres de ceñidas faldas esperaban con paciencia de santas que alguno de los pocos carros que doblaban sospechosamente por ese preciso lugar, las viera, se detuviera por completo, bajara su vidrio e invitara a alguna de ellas a comerciar, directa y sucintamente, una simple transacción, un estricto acuerdo entre dos partes, un negocio y ya: mi dinero por tu cuerpo.” José Baroja libro El lado oscuro de la sombra y otros ladridos
“Orfeo es un perro en apariencia distinto al de Augusto Pérez, aunque al igual que aquel, conoce al dedillo de qué está hecha el alma humana y nunca, nunca, se perdería en la niebla.” José Baroja libro El lado oscuro de la sombra y otros ladridos
“"Los niños entienden nuestros ladridos y nuestras miradas; también nuestros corazones".” José Baroja libro El lado oscuro de la sombra y otros ladridos
“… Quién mejor que un latinoamericano para escribir acerca de perrerías y otros cuentos.” José Baroja libro El lado oscuro de la sombra y otros ladridos
“La lucha por la vida era un tema que los atravesaba esencialmente a los dos, por eso se parecían tanto —ni quién lo niegue—, cuestión que además les había facilitado llevarse tan bien desde que comenzaron a compartir ese mismo lugar en calle La Merced.” José Baroja libro El lado oscuro de la sombra y otros ladridos
“Lo cierto es que yo también quisiera aullar fuerte por ti; aun cuando hace mucho que no lo hago. Solía hacerlo; pero cuando comprendí que si no naciste en cuna de oro, que si no has tenido fortuna o que si no has sido humano, la vida será naturalmente difícil, dejé de hacerlo.” José Baroja libro El lado oscuro de la sombra y otros ladridos
“Esta noche, como era de anticipar, tampoco lo dejará solo, pues Perro conoce muy bien lo que es sentir la soledad, también el rechazo grosero de la “gente de bien”, incluso en medio de las usuales muchedumbres de Paseo ahumada, incluso en plena “revolución”…” José Baroja libro El lado oscuro de la sombra y otros ladridos
“Condicionados como ovejas en un rebaño, solo han atinado a decir “beee”, que traducido a lengua marcial sería “Sí, señor”.” José Baroja libro El lado oscuro de la sombra y otros ladridos
“Es un “sentipensante” que no anda con fanatismos monocromos ni juega al “mono” temático.” José Baroja libro El lado oscuro de la sombra y otros ladridos
“Francamente el solo escuchar ese elegante ladrido ha acabado por calmar del todo a Juanito, ojalá para todos fuera así.” José Baroja libro El lado oscuro de la sombra y otros ladridos
“Si bien ya era tarde para mucha «gente de bien», las tres siempre podían contar con que algún rezagado e inocente ciudadano buscara algo «rapidito» y carente de memoria y, como es obvio, las tres también estaban siempre dispuestas a llegar a algún arreglo, mutuamente beneficioso, con toda alma que quisiera solo «divertirse», por lo menos mientras la lana estuviera de por medio.” José Baroja libro El lado oscuro de la sombra y otros ladridos
“Agustina, feliz e ignorante de las reglas del Mundo, comenzó a acariciar amorosamente a la perrita, al perfecto ritmo de sus inocentes latidos, imperceptibles para los humanos presentes, pero no para el adorable y consciente animalito.” José Baroja libro El lado oscuro de la sombra y otros ladridos
“… es muy posible que él, en su calidad de “perro”, se haya sentido muchísimo menos solo que Juan en su calidad de “paria”.” José Baroja libro El lado oscuro de la sombra y otros ladridos
“Lo cierto es que no son sonidos extraños en esa gran ciudad, no desde que el descontento social se manifestara en forma de violentas erupciones de sangre brotando de una herida nunca cicatrizada, y que ciertamente algunos nunca quisieron remediar…” José Baroja libro El lado oscuro de la sombra y otros ladridos
“Orfeo es un sentipensante, digno del amor de Galeano y de Nietzsche y de cualquier otro ser humano que como él, piense.” José Baroja libro El lado oscuro de la sombra y otros ladridos
“Afortunadamente, los medios siempre han estado dispuestos a ser ese eco necesario del gobierno de turno y, ciertamente, hasta la fecha no han fallado, pues la gente tiene el derecho de que les recuerden, con lujo de detalle, de la gallardía, del profesionalismo, de la disposición, de los uniformes, pero, ante todo, de que ellos, nuestros militares, aún están aquí por si asomara algún “problema”; igual que en el setenta y tres (!).” José Baroja libro El lado oscuro de la sombra y otros ladridos